Un cambio de 1.000 millones

El 3 de diciembre de 1984, la Puerta del Sol quedó cerrada definitivamente al tráfico de paso entre las diez de la mañana y las ocho de la tarde los días laborables, y de nueve de la mañana a dos de la tarde los sábados. Era el inicio de una reforma de dos años de duración y de 1.000 millones de pesetas de presupuesto.A las obras en supe7ficie -cuyo proyecto, de Antonio Riviere y Javier Ortega, tuvo un presupuesto inicial de 196 millones de pesetas- se suma ron las realizadas con objeto de crear un vestíbulo central en la estación de metro, punto por el que pasan a diario 500.000 person...

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El 3 de diciembre de 1984, la Puerta del Sol quedó cerrada definitivamente al tráfico de paso entre las diez de la mañana y las ocho de la tarde los días laborables, y de nueve de la mañana a dos de la tarde los sábados. Era el inicio de una reforma de dos años de duración y de 1.000 millones de pesetas de presupuesto.A las obras en supe7ficie -cuyo proyecto, de Antonio Riviere y Javier Ortega, tuvo un presupuesto inicial de 196 millones de pesetas- se suma ron las realizadas con objeto de crear un vestíbulo central en la estación de metro, punto por el que pasan a diario 500.000 personas.

Las obras no comenzaron hasta enero de 1985. Tres meses después, las dos fuentes, instaladas en los años cincuen ta, abandonaban la plaza para ir al paseo de García Lorca, en el pueblo de Vallecas.

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El presupuesto inicial era incrementado hasta 213 millones de pesetas a medida que se encargaban las obras -las farolas costaron 23 millones, y las dos fuentes, 17-, pero los planes municipales se retrasaban por el caro proyecto de reforma del metro: 1.400 millones. Al final se rebajó a 499 millones, más otros 200 para decoración de andenes. Así se llegó a la Nochevieja de 1985, primera en la que no fue posible concentrarse ante la casa de Correos para ver cómo caía la bola y sonaban las 12 campanadas.

La situación se hizo especialmente crítica durante la primavera y parte del verano. El Ayuntamiento se puso en contacto con las empresas de la Agrupación Sol -Cubiertas y MZOV, Dragados y Construcciones y Agromán- y se les pidió que adelantaran la terminación de las obras, prevista par a el 3 de marzo. No era posible pasar otras Navidaes con la plaza en obras.

En agosto, la plaza empezó a tomar forma, con sus calzadas asfaltadas. Mientras se trabajaba en la zona para transeúntes entre Alcalá y Arenal, comenzó la instalación de las marquesinas de los autobuses, la de las fuentes, las farolas y los pedestales del oso y el madroño -trasladado a la entrada de la calle del Carmen- y de la Mariblanca, copia de la que se halla en la Casa de la Villa. Todo ello en medio de los andamios que a lo largo de dos meses cubrieron las fachadas con el fin de proceder a su revoco, con un coste de 150 millones. En total, 1.062 millones para la sexta reforma de la plaza en 500 años de existencia.

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