El auto exculpatorio

Quiero felicitar a Jordi Solé Tura por su magnífico artículo Banca Catalana, como problema político, publicado en EL PAÍS del sábado 29 de noviembre de 1986.Me identifico plenamente con sus planteamientos, porque creo que son expuestos con absoluta libertad -por no estar vinculado en estos momentos a ningún partido político- y, además, porque son razonamientos que muchas personas nos hacemos en estos momentos, llegando siempre a la misma conclusión: ¿qué sentido tiene el sistema democrático español, si la ley sigue amparando a los más fuertes y castigando a los más débiles?

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Quiero felicitar a Jordi Solé Tura por su magnífico artículo Banca Catalana, como problema político, publicado en EL PAÍS del sábado 29 de noviembre de 1986.Me identifico plenamente con sus planteamientos, porque creo que son expuestos con absoluta libertad -por no estar vinculado en estos momentos a ningún partido político- y, además, porque son razonamientos que muchas personas nos hacemos en estos momentos, llegando siempre a la misma conclusión: ¿qué sentido tiene el sistema democrático español, si la ley sigue amparando a los más fuertes y castigando a los más débiles?

¿No hubiera sido más ético por parte del honorable Pujol haber demostrado su honorabilidad dimitiendo primero, para ser procesado despues, como cualquier ciudadano? Esta actitud no sólo le hubiera reportado un acto de valentía y de credibilidad hacia su persona, sino también a la institución que representa. De la otra forma, utilizando -como ha hecho- al pueblo catalán, asi como, valiéndose del poder que representa la Generalitat, no sólo queda dañada su imagen, sino, lo que es peor, la transparencia de su gestión como presidente de la Generalitat.-