Cartas al director

Vida en la cárcel

Al enterarme de la reciente muerte de dos jóvenes reclusos que esperaban juicio en la cárcel barcelonesa de la Trinidad, no pude no relacionarlas con las recientes muertes en la Modelo, con los constantes sucesos teñidos de sangre que ensombrecen la vida carcelaria catalana, con las noticias sobre la posible corrupción de funcionarios y con las deficiencias higiénicas y sanitarias que han de soportar los sufridos inquilinos de nuestros centros penitenciarios.Todo ello configura a mi entender una situación tercermundista que dice muy poco en favor de nuestro tan cacareado progresismo.

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Al enterarme de la reciente muerte de dos jóvenes reclusos que esperaban juicio en la cárcel barcelonesa de la Trinidad, no pude no relacionarlas con las recientes muertes en la Modelo, con los constantes sucesos teñidos de sangre que ensombrecen la vida carcelaria catalana, con las noticias sobre la posible corrupción de funcionarios y con las deficiencias higiénicas y sanitarias que han de soportar los sufridos inquilinos de nuestros centros penitenciarios.Todo ello configura a mi entender una situación tercermundista que dice muy poco en favor de nuestro tan cacareado progresismo.

Frente a eso, el conseller de Justicia de la Generalitat afirmaba hace unos días que celebraba la circunstancia de que la Modelo no hubiera sido en los últimos meses noticia periodística. Como sea que los hechos son más tozudos que las palabras, los últimos sucesos ya se han encargado por sí mismos de desmentir al conseller. Porque si las palabras no van acompañadas de acciones eficaces, la realidad no se modifica.

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