La Cruz Roja quiere traspasar al Insalud sus 33 hospitales y cerrar los que no sean viables

La Cruz Roja Española está dispuesta a traspasar al sector público los 33 hospitales que posee y a cerrar en un plazo de cinco años aquellos cuyo traspaso no resulte viable. El presidente de las asambleas catalana y barcelonesa de Cruz Roja, doctor Ricard Gutiérrez Martí, ya está negociando con el Instituto Catalán de la Salud (ICS) y con el Departamento de Sanidad de la Generalitat el traspaso al sector público de lo cuatro hospitales que la institución posee en Cataluña: en Barcelona l'Hospitalet, Tarragona y Lérida. El hospital central de Madrid será cerrado y su personal se integrará en un...

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La Cruz Roja Española está dispuesta a traspasar al sector público los 33 hospitales que posee y a cerrar en un plazo de cinco años aquellos cuyo traspaso no resulte viable. El presidente de las asambleas catalana y barcelonesa de Cruz Roja, doctor Ricard Gutiérrez Martí, ya está negociando con el Instituto Catalán de la Salud (ICS) y con el Departamento de Sanidad de la Generalitat el traspaso al sector público de lo cuatro hospitales que la institución posee en Cataluña: en Barcelona l'Hospitalet, Tarragona y Lérida. El hospital central de Madrid será cerrado y su personal se integrará en un hospital del Insalud que se construye en Getafe.

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Esta política del nuevo equipo directivo de Cruz Roja, encabezado desde finales del año pasado por Leocadio Marín, tiene un doble objetivo: reducir el déficit de la institución, cifrado en unos 7.000 millones de pesetas, de los cuales unos 4.500 millones corresponden a su red hospitalaria, y que la Cruz Roja pierda protagonismo en sus servicios sanitarios en beneficio de una nueva línea de actuación en el campo social. La Cruz Roja se ha fijado un plazo de cinco años para liquidar su red hospitalaria. En ese plazo, negociará con el Insalud (y con sus equivalentes en Andalucía y Cataluña) la forma de traspasar el personal que trabaja en dichos centros y la manera de resolver el déficit económico existente.Una encuesta encargada por la Cruz Roja desveló que el 82,5% de los encuestados consideraba que la institución debería ayudar preferentemente a los ancianos necesitados, y el 81%, a los niños abandonados. Si bien el Cuerpo de Tropas de Socorro (que en el futuro se denominarán Unidades de Socorro y Emergencia) no va a desaparecer, la Cruz Roja potenciará un voluntariado social. En el barrio barcelonés de Sarrià, por ejemplo, se ha puesto en marcha una experiencia piloto de ayuda a ancianos que viven solos (desde acompañarlos al cine hasta ayudarles a cocinar) y a drogadictos. Respecto a la droga, no trata de prestar un servicio estrictamente sanitario, sino ayudar a superar las causas que conducen a la adicción.

Las nuevas Unidades de Socorro y Emergencia perderán su actual carácter paramilitar. Los mandos no ostentarán graduaciones militares, y los uniformes dejarán de parecerse a los del Ejército. Se había proyectado uniformar a los socorristas de azul, pero la decisión del Ministerio del Interior de vestir de ese color a la Policía Nacional en un próximo futuro lo va a impedir. Es muy posible que finalmente sea el gris el color escogido. Barcelona, al igual que en el caso del voluntariado social, será la provincia donde se hará la experiencia piloto de los nuevos uniformes y de la organización de los voluntarios sanitarios.

Según los nuevos estatutos que está elaborando la Cruz Roja Española, la institución dejará de ser un cuerpo auxiliar de la sanidad militar para serlo de la sanidad pública, que incluye a la militar.

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