Bettino Craxi alienta a los radicales para que sigan luchando por sus ideas

Bettino Craxi, presidente del Gobierno italiano, afirmó ante el congreso del Partido Radical: "Creo que los radicales continuarán luchando por sus ideales sin perder ni tiempo, ni fuerza, ni velocidad". Craxi inauguró el miércoles el congreso radical en Roma, poco antes de trasladarse a China en visita oficial. Los radicales, más que su disolución, parecen plantearse si continúan o no su actividad parlamentaria.

La presencia no sólo de Craxi, que cosechó una de las mayores ovaciones de los congresistas radicales, sino también de la plana mayor socialista en la apertura de la reunión hiz...

Bettino Craxi, presidente del Gobierno italiano, afirmó ante el congreso del Partido Radical: "Creo que los radicales continuarán luchando por sus ideales sin perder ni tiempo, ni fuerza, ni velocidad". Craxi inauguró el miércoles el congreso radical en Roma, poco antes de trasladarse a China en visita oficial. Los radicales, más que su disolución, parecen plantearse si continúan o no su actividad parlamentaria.

La presencia no sólo de Craxi, que cosechó una de las mayores ovaciones de los congresistas radicales, sino también de la plana mayor socialista en la apertura de la reunión hizo pensar a algunos observadores que podría estar preparándose una fusión de ambos partidos. Pero a quien hizo esa pregunta Craxi le respondió: "Ya tengo mucho trabajo con ser secretario socialista"; como diciendo: sólo me faltaba serlo también de los radicales.Y, de hecho, los radicales siguen manteniendo la incógnita de si continuarán o no como partido político tras este congreso -acusan a los demás partidos e instituciones de hacerles la vida imposible-; y han adelantado ya que aun en ese caso no harán ningún tipo de mudanza para trasladarse a otro grupo.

En las 72 páginas del discurso del secretario general, Giovanni Negri, no se resolvió el enigma del futuro radical en ese país. Pero en realidad Negri nunca habló de "disolución del partido". El problema parece centrarse en la alternativa de continuar o no la actividad parlamentaria". Porque en realidad una de las cuestiones que preocupa sobre todo a los dirigentes radicales es que si siguen como un partido clásico pueden perder su garra, al igual que las otras fuerzas políticas, a las que los radicales acusan de inmovilismo.

Suicidio o resurrección

Por eso, al parecer, lo que pretende Pannella no es un suicidio, sino una resurrección a lo grande, buscando en la innegable fantasía radical nuevas formas de presencia para seguir influyendo positiva y eficazmente a favor de un cambio profundo de las instituciones políticas y sociales de Italia.Ahora todo dependerá de los votos del congreso, ya que una de las peculiaridades de los congresos del partido de la rosa en el puño -emblema radical- es que no hay delegados, y que participan y votan todos los afiliados, aunque hayan llegado en el último momento.

Y esta vez el congreso cuenta entre sus nuevos afiliados con personas que nunca habría podido imaginarse, como la flor y la nata de los actores y actrices del cine y del teatro, periodistas y abogados ilustres y hasta políticos de otros partidos, ya que los radicales admiten la posibilidad de doble militancia.

El problema, sin embargo, del cese del Partido Radical como Fuerza parlamentaria, es algo que ha despertado gran interés en Italia. En algunos, porque, con vistas a unas eventuales elecciones anticipadas, los votos radicales son muy codiciados por los demás partidos. En otros, por que piensan que el vacío que podría dejar en el Parlamento la dinámica representación radical podría suponer una merma para la democracia en Italia.

Los radicales lo saben, y por eso han dicho con un cierto orgullo que el problema que ellos están planteando en este congreso de Roma es, en definitiva, un problema que les atañe nosólo a ellos, sino "a toda la clase política democrática del país".