La policía no olvida

"El crimen perfecto no existe, aunque en muchos casos nos faltan las pruebas para llevar a los autores a los tribunales", manifestó Dionisio Navas, jefe del Grupo de Homicidios de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid; "Para el grupo, un caso no se cierra; aunque esté archivados, sabemos que sigue pendiente".Homicidios lo componen 14 hombres y una mujer y su local se reduce a un estrecho despacho y un teléfono. Temen a los espontáneos porque pueden crear pistas falsas. Se ha prohibido, incluso a la policía, que se toque el escenario de un homicidio. Navas recuerda cuando se borraro...

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"El crimen perfecto no existe, aunque en muchos casos nos faltan las pruebas para llevar a los autores a los tribunales", manifestó Dionisio Navas, jefe del Grupo de Homicidios de la Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid; "Para el grupo, un caso no se cierra; aunque esté archivados, sabemos que sigue pendiente".Homicidios lo componen 14 hombres y una mujer y su local se reduce a un estrecho despacho y un teléfono. Temen a los espontáneos porque pueden crear pistas falsas. Se ha prohibido, incluso a la policía, que se toque el escenario de un homicidio. Navas recuerda cuando se borraron las huellas de unas gafas de un homicida o el caso de una señora que quería lavar la cara ensangrentada de su vecino.

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Otro de los escollos es el miedo de los testigos. "La gente está mentalizada con la idea de que los delincuentes entran por una puerta y salen por la otra y se niegan a hablar. En el grupo se han dado casos de acusados que han tenido que decirle a un testigo: 'Pero, hombre, ¿cómo que no me recuerdas?'".

El asesinato de homosexuales se ha convertido en la bestia negra para la policía. En lo que va de año se han producido tres muertes de esas características.

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