ECOLOGÍA

Los municipios de Albarracín piden la eliminación de los ciervos de la reserva

Los 23 municipios que integran la comunidad de Albarracín, en la provincia de Teruel, con un total de 5.000 habitantes, se oponen a la permanencia de la reserva nacional de ciervos Montes Universales, por los daños que estos animales ocasionan en las cosechas y pinares. La reserva comprende una extensión de 59.260 hectáreas y cuenta con una población de 700 ciervos, según el último censo. Las localidades afectadas solicitan la eliminación total de los ciervos y que se cree una zona natural protegida de especies menores propias de la comarca.La Administración, a través del Gobierno aragonés, qu...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los 23 municipios que integran la comunidad de Albarracín, en la provincia de Teruel, con un total de 5.000 habitantes, se oponen a la permanencia de la reserva nacional de ciervos Montes Universales, por los daños que estos animales ocasionan en las cosechas y pinares. La reserva comprende una extensión de 59.260 hectáreas y cuenta con una población de 700 ciervos, según el último censo. Las localidades afectadas solicitan la eliminación total de los ciervos y que se cree una zona natural protegida de especies menores propias de la comarca.La Administración, a través del Gobierno aragonés, que tiene transferidas competencias en materia de conservación de la naturaleza, ha ofrecido la alternativa de reducir a la mitad, a 350 animales, la población de ciervos y trasladar la reserva a la parte más alta de la sierra de Albarracín. Debidamente controlada, se podrían reducir los daños que, según los pueblos de la serranía, ocasionan los ciervos.

Las últimas reuniones mantenidas entre representantes del Gobierno autónomo, y técnicos, por un lado, y de los municipios implicados y cazadores de la zona no han propiciado un acuerdo para alcanzar una solución en el conflicto. Los habitantes de la comarca se quejan también de que los ciervos puedan ser los responsables de la trasmisión de enfermedades al ganado. Rechazan asimismo el traslado de los ciervos a la zona alta, pues no resolvería el problema, ya que estos animales tienen gran movilidad y no servirían las vallas.

Añaden que los ciervos no son animales autóctonos, sino que han sido implantados. Por otra parte, el próximo martes se firmará en la casa de la comunidad de Albarracín, en Tramacastilla, los planes de caza para este año. Las protestas de los habitantes de esta zona, que tienen en el aprovechamiento de los pinares una destacada fuente de riqueza, provienen desde hace ya varios años. No están de acuerdo con las subvenciones que reciben a cambio de los daños que ocasionan los ciervos, y prefieren su desaparición.

Archivado En