Mitterrand y Chirac se enfrentan sobre la política de defensa

Las discrepancias entre el presidente francés, el socialista François Mitterrand, y el primer ministro, el conservador Jacques Chirac, en materia de defensa constituyen, según fuentes próximas al presidente, la auténtica noticia de las inesperadas declaraciones formuladas el pasado lunes por éste en Caylus, y que han originado una fuerte polémica en las filas de todos los partidos, incluido el socialista."Lo más importante de las declaraciones de François Mitterrand en Caylus, el pasado lunes, no fue su afirmación de que no pensaba presentarse como candidato a la presidencia [para un segundo m...

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Las discrepancias entre el presidente francés, el socialista François Mitterrand, y el primer ministro, el conservador Jacques Chirac, en materia de defensa constituyen, según fuentes próximas al presidente, la auténtica noticia de las inesperadas declaraciones formuladas el pasado lunes por éste en Caylus, y que han originado una fuerte polémica en las filas de todos los partidos, incluido el socialista."Lo más importante de las declaraciones de François Mitterrand en Caylus, el pasado lunes, no fue su afirmación de que no pensaba presentarse como candidato a la presidencia [para un segundo mandato], sino la de que la defensa nacional es una parte irrenunciable de sus atribuciones como presidente", señalaron dichas fuentes, que subrayaron la escasa novedad de las declaraciones de Mitterrand sobre las elecciones a la jefatura del Estado de 1988.

El socialista Michel Rocard ha dado a entender, en este mismo contexto, que pensaba presentarse a las presidenciales. "Prefiero pensar en lo no excepcional que en lo excepcional", ha señalado el ex ministro socialista. Para él, lo excepcional es que un presidente repita mandato otros siete años.

Programación militar

Las discrepancias en materia de defensa entre Mitterrand y Chirac empezaron a discutirse ayer en una reunión sobre la próxima ley de programación militar, destinada a dibujar el perfil de la defensa francesa hasta el año 2000. Chirac es partidario de la construcción de misiles S4, llamados de despliegue aleatorio, que van instalados sobre camiones y son, por tanto, de emplazamiento móvil. El presidente Mitterrand, en cambio, es partidario de los misiles M5, previstos en el programa de submarinos nucleares, que se pueden desplegar también como instalaciones fijas en las bases de la llanura de Albion (Alta Provenza).El presupuesto de 1987, que empezó a discutirse ayer y deberá estar aprobado antes que la ley de programación militar, prevé 58.000 millones (le francos (más de un billón de pesetas) en créditos efectivos y 637.000 millones de francos (casi 13 billones de pesetas) en autorizaciones de programas.

Los argumentos de Mitterrand se fundamentan en las tesis expuestas precisamente por la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional, que señalan notables debilidades en los S5, aunque concluyen aconsejando su construcción.

Paul Quilès, el último ministro de Defensa del Gobierno socialista, en perfecta sintonía con el pensamiento del presidente de la República, suspendió la fabricación de los S5. Ahora Chirac, en la misma línea desarrollada en otras áreas, parece querer enmendar toda la política del Gobierno saliente. Pero Mitterrand, a la vez que reivindica las competencias militares del. presidente, que es el jefe de los ejércitos, manifiesta su preocupación por un programa militar que según su opinión pone en cuestión la propia force de frappe francesa en los próximos años.

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