Un problema de un billón de dólares

La fusión de la Compagnie Générale d'Electricité (CGE) y de la multinacional estadounidense International Telephone and Telegraph (ITT), que fuera aprobada por el Gobierno francés el pasado 31 de julio, va a permitir cerrar la crisis no confesada -"y que nunca confesarán", según aseguran diversas fuentes que han negociado con la multinacional- de ITT, así como una reestructuración de sus actividades en el mundo. El origen de la crisis, que empezó a hacerse patente en España a finales de 1984, fue el fracaso en la adaptación de los sistemas de ITT -más concretamente del sistema-12- y en el desa...

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La fusión de la Compagnie Générale d'Electricité (CGE) y de la multinacional estadounidense International Telephone and Telegraph (ITT), que fuera aprobada por el Gobierno francés el pasado 31 de julio, va a permitir cerrar la crisis no confesada -"y que nunca confesarán", según aseguran diversas fuentes que han negociado con la multinacional- de ITT, así como una reestructuración de sus actividades en el mundo. El origen de la crisis, que empezó a hacerse patente en España a finales de 1984, fue el fracaso en la adaptación de los sistemas de ITT -más concretamente del sistema-12- y en el desarrollo de nuevos sistemas a la red telefónica de los Estados Unidos. En la aventura, la multinacional estadounidense, afincada hasta ahora en Europa, invirtió más de 1 billón de dólares.A lo largo de 1985, los máximos responsables de ITT, con su presidente Rand Araskog a la cabeza, desplegaron una doble actividad: por un lado desmentir todos los rumores sobre la situación de crisis de la multinacional y, por otro, entablar negociaciones secretas con diversas compañías de telecomunicaciones europeas para buscar una salida. Desde 1980 y hasta que se empezaron a desvelar los primeros síntomas de la crisis los beneficios de la compañía se habían reducido en unos 300 millones de dólares y su plantilla en unas 100.000 personas.

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El acuerdo alcanzado con la CGE francesa, en el que la participacíón española no está clara, permitirá a la multinacional estadounidense reordenar sus actividades, dispersas en sectores como los seguros (Hartford Insurance Group) o los hoteles (Sheraton). Su participación minoritaria en el holding Eurotel, fruto de la fusión CGE e ITT, le supondrá, por otra parte, seguir presente en un sector con menores riesgos y disfrutar de buenos dividendos. Según el plan de viabilidad del nuevo grupo habrá beneficios desde el primer año, cifrados en tomo a los 120 millones de dólares para este ejercicio.

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