Cartas al director

Marcelle AucIair, la gran olvidada

He leído con sumo interés el editorial de su diario Huérfanos de Lorea, todo él magnífico, y el extra de EL PAÍS Lorca, la memoria viva (1936-1986). Las páginas de ese extra dedicadas al andaluz universal, Federico García Lorca, me parecen, en sus análisis, valiosas aportaciones a la copiosa literatura sobre el poeta de Fuente Vaqueros, la voz más hispana que perdura en el mundo. Por la calidad de esos análisis y el latido hondo del alma y de la juventud eterna de la poesía lorquiana, soy el primero en reconocerles el elogio que merecen esos trabajos contenidos en el extra del 19...

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He leído con sumo interés el editorial de su diario Huérfanos de Lorea, todo él magnífico, y el extra de EL PAÍS Lorca, la memoria viva (1936-1986). Las páginas de ese extra dedicadas al andaluz universal, Federico García Lorca, me parecen, en sus análisis, valiosas aportaciones a la copiosa literatura sobre el poeta de Fuente Vaqueros, la voz más hispana que perdura en el mundo. Por la calidad de esos análisis y el latido hondo del alma y de la juventud eterna de la poesía lorquiana, soy el primero en reconocerles el elogio que merecen esos trabajos contenidos en el extra del 19 de agosto.Pero donde tengo que poner un reparo serio y un non plácet es en el olvido de ustedes y de los autores que tratan de la obra y la bibliografía sobre García Lorca de la insigne escritora francesa Marcelle Auclair, quien escribió varios años antes que lan Gibson el libro Vida y muerte de García Lorca, editado en México, y no permitido en España por haberse escrito en los tiempos de la dictadura.

El libro de Marcelle Auclair es un libro lúcido en sus análisis de la vida y obra de Lorca, y un libro valiente al afrontar con decidida claridad el tema de la muerte del poeta. La autora fue quien quiso entrevistar en Madrid al tristemente célebre Ramón Ruiz Alonso, ex diputado de la CEDA y delator de Lorca en su refugio de la casa de los Rosales. Ella misma cuenta en el libro que llamó por teléfono a Ramón Ruiz Alonso para tener una entrevista con él, lo que nunca pudo conseguirse por las evasivas del interesado.

Marcelle Auclair agotó todas las posibilidades de llegar en el tema de la muerte de Lorca hasta los datos y causas más esclarecedores, y la lectura del libro así lo manifiesta. Es extraño y hasta un poco sospechoso que en los comentarios y estudios lorquianos de este cincuentenario de su muerte nadie se haya acordado de Marcelle Auclair, a quien tanto estimaron los familiares del poeta.-

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