Casos de indisciplina en los soldados soviéticos a su regreso de Afganistán

El diario del Ejército soviético, Krasnaia Zvezda, ha salido al paso, en su edición del domingo, de la impaciencia, la indisciplina y las esperanzas de rápidos ascensos militares por parte de los soldados soviéticos después de haber permanecido en Afganistán.La perspectiva del servicio en el Ejército, advertía Krasnaia Zvezda en un artículo publicado el pasado domingo, "no es como la escalera mecánica del metro: una vez colocado en el escalón, ella misma te lleva hacia arriba".

El autor, el teniente coronel A. Borovkov, se refería a varios casos concretos de soldado...

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El diario del Ejército soviético, Krasnaia Zvezda, ha salido al paso, en su edición del domingo, de la impaciencia, la indisciplina y las esperanzas de rápidos ascensos militares por parte de los soldados soviéticos después de haber permanecido en Afganistán.La perspectiva del servicio en el Ejército, advertía Krasnaia Zvezda en un artículo publicado el pasado domingo, "no es como la escalera mecánica del metro: una vez colocado en el escalón, ella misma te lleva hacia arriba".

El autor, el teniente coronel A. Borovkov, se refería a varios casos concretos de soldados que formaron parte de las tropas soviéticas destacadas en Afiganistán.

Refiriéndose a quienes cumplen su servicio militar en Afganistán, Krasnaia Zvezda señalaba: "Nos hemos acostumbrado ya a que regresen de allí (Afganistán), por lo general, con condecoraciones y medallas recibidas por su valor y heroísmo, por la tensión de cada día y por la capacidad mostrada en situación de combate".

El periódico se detenía en el caso del teniente mayor Taishin, quien experimentaba dificultad para marcar el paso al mismo ritmo que sus compañeros a su regreso de Afganistán. Taishin había escrito una carta de queja al periódico, explicando que cuatro años después de haber regresado de Afganistán no conseguía ascender, pese a creer merecerlo. "Volvió con la esperanza de continuar con éxito el servicio y de ascender en el escalafón. Pero las esperanzas se quedaron sólo en esperanzas", señalaba el diario.

Taishin no había regresado con condecoraciones en el pecho, pero había mostrado valor y decisión que le habían sido reconocidos por sus superiores. Su comportamiento a la vuelta no satisfizo, sin embargo, a sus mandos en territorio soviético. Resultaba exótico. Entre otras cosas, Taishin apareció en su unidad con el pelo en desorden, unos zapatos que no eran de reglamento y calcetines rojos. Tuvo diversos conflictos con sus superiores y fue expulsado como miembro del partido por no pagar la cuota.

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