Durante los últimos lo años se destruyeron 500.000 puestos de trabajo en la construcción

Durante los últimos 10 años se destruyeron 500.000 puestos de trabajo en la construcción, a los que habría que sumar unos 138.000 trabajadores que en ese período habían "desaparecido" de las estadísticas, según el informe hecho público ayer por Manuel Garnacho, secretario general de la federación de construcción de UGT (Femca), en la inauguración del 9º congreso de esta federación, que ayer inició sus trabajos en Madrid. Al finalizar 1985, el número total de parados era de más de 400.000.

Manuel Garnacho atacó a aquellos que intentaban descalificar a la federación de construcción acusán...

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Durante los últimos 10 años se destruyeron 500.000 puestos de trabajo en la construcción, a los que habría que sumar unos 138.000 trabajadores que en ese período habían "desaparecido" de las estadísticas, según el informe hecho público ayer por Manuel Garnacho, secretario general de la federación de construcción de UGT (Femca), en la inauguración del 9º congreso de esta federación, que ayer inició sus trabajos en Madrid. Al finalizar 1985, el número total de parados era de más de 400.000.

Manuel Garnacho atacó a aquellos que intentaban descalificar a la federación de construcción acusándola de radical. "Pero, cuando nuestro sector está constituido por trabajadores amenazados y marginados no podemos comportarnos como sindicalistas privilegiados", dijo.Para ilustrar sus afirmaciones hizo un pormenorizado recorrido por la situación del sector en el que destacó la pérdida de más de medio millón de puestos de trabajo en los últimos 10 años y el aumento constante de los trabajadores por cuenta propia y autónomos. "Hay", dijo, "212.000 personas en esa situación; la mayoría son falsos autónomos".

También destacó que en ese mismo período habían desaparecido de las estadísticas 138.000 trabajadores, "que nadie sabe dónde han ido a parar. Sólo cabe pensar que han ido a engrosar la economía sumergida". Al finalizar 1985 la estructura del sector era de 746.000 ocupados -de ellos, 212.000 autónomos- y 406.500 parados. Minutos antes, Javier Sáenz Cosculluela, ministro de Obras Públicas, había destacado que el paro en la construcción era casi del 34%.

Al hablar de las recientes elecciones generales, Garnacho mostró su preocupación por la pérdida de votos socialistas. Advirtiendo que no intentaba devaluar la victoria del PSOE, señaló que la falta de sensibilidad social del Gobierno había hecho que "un número importante de electorales socialistas en 1982 han ido a refugiarse en la abstención en 1985", y que "una proporción importante de nuevos electores no se ha sentido ilusionada por la oferta del PSOE".

Necesidad de cambio

Todo ello, según Garnacho, debe llevar a la necesidad de corregir los desequilibrios sociales y de acentuar el carácter progresista de la acción del Gobierno en favor de las clases más desfavorecidas. Insistiendo en que "no se le interpretara mal", el secretario general saliente tuvo palabras muy duras al analizar la acción sindical en empresas públicas, cuando se destinan cientos de miles de millones de los presupuestos a cubrir déficit "que permitirían construir miles de viviendas, generarían riqueza y crearían miles de puestos de trabajo".

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