Cartas al director

Don Américo

Con gran sorpresa (y mucha más pena) acabo de ver cómo en mi artículo sobre Rafael Lapesa se han desfigurado mis menciones de mi maestro Américo Castro, al ser omitido el don sistemáticamente en las referencias a "don Américo". Supongo que el responsable, en tu equipo, de estas supresiones habrá aplicado alguna regla genérica, motivada seguramente por el deseo de eliminar ' residuos jerárquicos del caudillismo. Mas transformar a "don Américo" en "Américo" revela una carencia de sensibilidad histórica impropia de un periodista de EL PAÍS. Mis colegas y antiguos alumnos que lean el artícu...

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Con gran sorpresa (y mucha más pena) acabo de ver cómo en mi artículo sobre Rafael Lapesa se han desfigurado mis menciones de mi maestro Américo Castro, al ser omitido el don sistemáticamente en las referencias a "don Américo". Supongo que el responsable, en tu equipo, de estas supresiones habrá aplicado alguna regla genérica, motivada seguramente por el deseo de eliminar ' residuos jerárquicos del caudillismo. Mas transformar a "don Américo" en "Américo" revela una carencia de sensibilidad histórica impropia de un periodista de EL PAÍS. Mis colegas y antiguos alumnos que lean el artículo aludido quizás piensen que he perdido la cabeza al desmochar asía mi venerado maestro. Y dicho sea de paso el desmochador real habría podido substituir "don Américo" por "Castro", evitando la enormidad apelativa cometida, y mostrando que en EL PAÍS hay sensibilidad histórica para preservar el "don" en las figuras que lo requieren. Y de ahí mi pena ya que, como bien sabes, considero EL PAÍS como mi (con tu venia) periódico.- -

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