"Lo importante ahora en España es investigar y progresar" dice el galardonado

Sorpresa, alegría y gratitud son las palabras con las que expresó ayer José Luis Pinillos su estado de ánimo tras recibir la noticia de que había sido premiado con el Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales. "Supongo que el jurado ha querido premiar el esfuerzo de una generación de psicólogos que intentamos, después de la guerra, poner en contacto a la sociedad con una ciencia que, entonces era incipiente, al menos en España", dijo. "Lo importante ahora en España es investigar y progresar", estima el catedrático de psicología.

José, Luis Pinillos, nacido en Bilbao hace 67 años...

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Sorpresa, alegría y gratitud son las palabras con las que expresó ayer José Luis Pinillos su estado de ánimo tras recibir la noticia de que había sido premiado con el Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales. "Supongo que el jurado ha querido premiar el esfuerzo de una generación de psicólogos que intentamos, después de la guerra, poner en contacto a la sociedad con una ciencia que, entonces era incipiente, al menos en España", dijo. "Lo importante ahora en España es investigar y progresar", estima el catedrático de psicología.

José, Luis Pinillos, nacido en Bilbao hace 67 años, dice sentirse orgulloso de "de haber trabajado duro y de no haber sentido por ello sensación de fatiga". Este trabajo ininterrumpido ha sido, probablemente, la causa de que el jurado haya estimado "su relevancia y, originalidad científica, que han ayudado a la existencia de una amplia escuela de psicólogos en España".

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El jurado ha destacado también la contribución de Pinillos a la psicología española y sus investigaciones en el comportamiento humano.

"Siempre intenté", explica Pinillos, "por una parte, incorporar la psicología española a lo que se hacía en el extranjero, y por la otra procuré abrir la psicología española, lo que hemos hecho y estamos haciendo aquí, a las corrientes del exterior. Tengo la impresión, por todo ello, de que me he subido a un tren que está en una buena dirección".

Carrera universal

Tras estudiar psicología en el Reino Unido y colaborar con el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Pinillos se asentó en la Universidad española, primero, como catedrático en Valencia, y después en la universidad Complutense de Madrid, donde se ha mantenido hasta ahora. También colaboró con la universidad de Londres, la academia de Ciencias de Nueva York, el Instituto Max Plank, la Unesco y la universidad Central de Venezuela.

Pinillos ha escrito una docena de libros. Algunos de éstos han alcanzado gran popularidad, como Introducción a la psicología contemporánea, La mente humana y La psicología y el hombre de hoy. Algunos psicólogos y críticos han señalado que en éstas y otras obras se encierra una aportación significativa a la investigación empírica de la percepción, de la personalidad y de la psicología social. En 1983 fue nombrado miembro de la Real Academia de. Ciencias Morales y Políticas.

La visión que tiene José Luis Pinillos de la psicología actual en España es optimista "pero también realista", "porque existen minorías de profesores jóvenes excelentes pero padecen el riesgo de quemarse por problemas de docencia y organización". Para Pinillos, la principal preocupación que se cierne sobre la psicología en España es que se encuentra sin la suficiente atención organizativa y, sobre todo, de investigación. "Haría falta algo así como los MIR (Médicos Internos y Residentes) aplicados a la psicología".

"La psicología es una ciencia en crecimiento que se encuentra todavía en una fase inicial de maduración y a veces no está suficientemente valorada por la sociedad a la que sirve, pero en general la gente sigue con atención su aplicación a pesar de algunos fallos que emanan de los profesionales que la practican", añade Pinillos.

Éste es, por otra parte, un buen momento para la psicología española, en opinión del premio Príncipe de Asturias. "Nos hemos apuntado a la corriente mundial de la psicología conductista, que nos habla de la posibilidad de modificar la conducta y la inteligencia de los hombres en los casos que no revisten especial gravedad, y que tienen desequilibrios debido a causas sociales y no genéticas o biológicas".

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