LA 'CUMBRE' DE LOS 'SIETE GRANDES'

30.000 policías cuidarán de siete líderes

La movilización de 30.000 policías (tres cuartas partes de todos los efectivos de la capital japonesa), el registro y la paralización de casi todo el centro de Tokio, un coste de unos 78 millones de dólares y un verdadero ejercicio de caza de ratones que dura desde hace un mes caracterizan las medidas de seguridad montadas para proteger de eventuales atentados a los siete líderes de la cumbre de Tokio.El Gobierno de Nakasone decidió fijar la cumbre de Tokio para estas fechas de primeros de mayo, en función de la célebre semana de oro, que una vez al año da unos días...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La movilización de 30.000 policías (tres cuartas partes de todos los efectivos de la capital japonesa), el registro y la paralización de casi todo el centro de Tokio, un coste de unos 78 millones de dólares y un verdadero ejercicio de caza de ratones que dura desde hace un mes caracterizan las medidas de seguridad montadas para proteger de eventuales atentados a los siete líderes de la cumbre de Tokio.El Gobierno de Nakasone decidió fijar la cumbre de Tokio para estas fechas de primeros de mayo, en función de la célebre semana de oro, que una vez al año da unos días de descanso a los japoneses y contribuye a vaciar un poco una aglomeración tokiota cuya área urbana supera los 30 millones de habitantes.

Más información

Helicópteros, patrullas móviles, registro en casas particulares, hoteles, control de los 600.000 poseedores de permisos de armas en Japón, detenciones de algunos líderes de extrema izquierda, hombres ranas buceando en los canales que rodean el palacio de Osaka y, finalmente, bloqueo total de casi todo el centro de Tokio durante los días de la cumbre son las muestras más palpables del despliegue.

"Las medidas preventivas son la mejor arma contra el terrorismo", dijo un portavoz de la policía de Tokio. Recordó que las amenazas no son utópicas, como han demostrado los últimos atentados perpetrados por extremistas nipones, pertenecientes probablemente a la organización Chukakuka, cuyos 4.000 o 5.000 miembros logran tener en vilo a las fuerzas de seguridad japonesas desde hace más de un mes; desde el miniatentado, con cohetes íncendiarios, lanzado contra la Embajada de Estados Unidos en Tokio, los jardines deI palacio imperial, las puertas del palacio de Akasaka, sede de la cumbre, y, el pasado día 29, la explosión de una bomba en unos retretes de un parque público, a unos tres kilómetros de donde se festejaba el 60º aniversario de la llegada al trono del emperador Hirohito.

El centenar de miembros del Ejército Revolucionario, brazo armado de los Chukakuka, son los que más inquietan a la policía, ante las amenazas de que realizarán "algún tipo de acción". Recientemente la policía localizó un centro de este grupo, incautando pistolas, propaganda y 40 cohetes incendiarios.

La policía recuerda quie hay unas 30 organizaciones de extrema izquierda en Japón, pero que la más importante y activa, es la del grupo Chukakuka, cuyas acciones más espectaculares han sido las manifestaciones contra la construcción del aeropuerto de Narita, ataques contra la sede del Partido Liberal del presidente Nalcasone y, en noviembre pasado, la espectacular acción de corte de cables y aparatos de señalización en varias redes ferroviarias del metro de Tokio, del célebre tren bala, y el incendio en una estación de metro, logrando semiparalizar el tráfico por tren, verdadera arteria para el tráfico humano en Tokio.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Existe también un millar de militantes de extrema derecha, cuya principal reivindicación es oponerse al desarme impuesto por Estados Unidos a Japón tras la II Guerra Mundial.

Archivado En