Absueltos los búlgaros y turcos acusados de complicidad con Alí Agca en el intento de asesinato del Papa

El Tribunal de Primera Instancia de Roma, presidido por el juez Severino Santiapichi, emitió ayer por la mañana sentencia absolutoria "por insuficiencia de pruebas" a favor de los tres búlgaros y de los tires turcos acusados por Alí Agca de haber participado en el atentado contra Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981. La sentencia no sólo ha echado por tierra la famosa pista búlgara del atentado del siglo, sino que también ha dejado sin base la llamada pista turca, dado que, según la sentencia del tribunal romano, no existen pruebas de que Alí Agca contara con la ayuda de otros cómplices para at...

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El Tribunal de Primera Instancia de Roma, presidido por el juez Severino Santiapichi, emitió ayer por la mañana sentencia absolutoria "por insuficiencia de pruebas" a favor de los tres búlgaros y de los tires turcos acusados por Alí Agca de haber participado en el atentado contra Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981. La sentencia no sólo ha echado por tierra la famosa pista búlgara del atentado del siglo, sino que también ha dejado sin base la llamada pista turca, dado que, según la sentencia del tribunal romano, no existen pruebas de que Alí Agca contara con la ayuda de otros cómplices para atacar al papa polaco.

De todos los acusados, sólo el turco Omar Bagei, un obrero que trabaja en Suiza, fue condenado a tres años y dos meses de cárcel, pero no por el atentado contra el Papa, sino por haber introducido una,pistola en Italia, como había confesado él mismo. La levedad de esta condena se debe al hecho de que el tribunal creyó a Bagci cuando éste afirmó que nunca había sabido para qué debía servir aquella pistola, con la que más tarde. Alí Agca disparó contra el Papa.El otro turco implicado en el proceso, el contrabandista Oral Celik, que, según la declaración del princípal acusado, había pagado a Agca una suma de dinero por asesinar al Papa, dejó de existir el pasado verano, tras sufrir un infarto en Ankara.

Alí Agca, que ha sido el gran inquisidor del proceso concluido ayer y que estaba ya condenado a cadena perpetua tras confesar en un primer juicio su culpabilidad en el atentado, ha sido penado ahora con otro año de cárcel por tenencia ilegal de armas.

La sentencia fue escuchada en gran silencio en el aula-búnker del foro romano, donde se encontraban presentes más de 300 periodistas de todo el mundo, familiares de los imputados y una delegación de los Lobos Grises, grupo ultraderechistra turco al que pertenecían tanto Agca como Bagci y Celebi.

Más que a los acusados búlgaros -el ex jefe de escala de las líneas aéreas búlgaras en Roma, Serguei Antonov, y los diplomáticos Todor Aivazov y Jelio Vasilev, estos dos últimos siempre ausentes, porque el Gobierno búlgaro nunca concedió su extradición-, la sentencia ha sorprendido a los turcos Belcir Celenk, Omar Bagci y Musa Serdar Celebi, ya que para dos de ellos (Celenk y Celebi) el fiscal había pedido cadena perpetua, y para el tercero (Bagci), 24 años de cárcel. La acusación pública había solicitado, en cambio, la absolución de los búlgados por insuficiencia de pruebas.

Las primeras reacciones de los abogados de los turcos han sido muy positivas para la sentencia, ya que no soñaban con una absolución global. Los abogados de los búlgaros manifestaron, por su parte, una cierta desilusión, al menos aparente, debido a que hubiesen deseado una absolución plena que borrara definitivamente todo tipo de sospechas, en lugar de la absolución por insuficiencia de pruebas concedida a sus defendidos. Los tres acusados de esta nacionalidad recurrirán, de hecho, contra el veredicto, según anunció ayer mismo el embajador de Bulgaria en Roma Serguei Nikolov.

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Antes de que los miembros del tribunal entraran en la sala para notificar su decisión, Alí Agca, con barba de varios días, se puso a gritar: "El Evangelio ha sido cambiado. Yo soy Jesucristo, soy un ángel con forma humana" Luego, cuando la lectura de la sentencia le confirmó que él tribunal no había tenido en cuenta sus acusaciones, aplaudió irónicamente a losjueces.

Serguei Antonov, entre tanto, sin poder reprimirse, exhibió una amplia sonrisa, la primera que se le ha visto desde que el pasado 27 de mayo comenzó la vista de este caso. "Me siento feliz porque la verdad ha triunfado", deelaró el único búlgaro presente en la sala tras conocer su absolución. Ayer por la tarde, sin esperar ni un minuto más de los necesarios, Antonov tomó un avión que le condujo a Sofía.

Sólo Alí Agca ha quedado en la cárcel, ya que Omar Bagei, el turco condenado a tres años, salió ayer mismo en libertad, porque ya había cumplido en prisión más de ese tiempo.

La agencia soviética Tass informó casi con toda celeridad del veredicto, y comentó que la absolución de los búlgaros representa "el fracaso de la CIA [Agencia Central de Inteliencia norteamericana ] y de otras organizaciones en su intento de montar la mayor provocación antisocialista de los últimos años". The New York Times comentaba ayer, por su parte, que "una cosa es el veredicto de los jueces y otra el de la historia".

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