Industria y eléctricas proseguirán el lunes el estudio del nuevo plan de saneamiento
El ministro de Industria, Joan Majó, y los presidentes de las eléctricas, reunidos en sesión de mañana y tarde, decidieron ayer "tomar un respiro" para reflexionar sobre el nuevo documento que han producido respecto a las líneas de actuación gubernamental en el sector en los próximos cuatro años. Ambas partes quedaron emplazadas para el lunes y considerar la firma de un texto de 12 puntos que, bajo el título de Acuerdo sobre programa de actuación a medio plazo del sector eléctrico, se interpreta como la segunda parte del protocolo de mayo de 1983.El ministerio y los presidentes de las e...
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El ministro de Industria, Joan Majó, y los presidentes de las eléctricas, reunidos en sesión de mañana y tarde, decidieron ayer "tomar un respiro" para reflexionar sobre el nuevo documento que han producido respecto a las líneas de actuación gubernamental en el sector en los próximos cuatro años. Ambas partes quedaron emplazadas para el lunes y considerar la firma de un texto de 12 puntos que, bajo el título de Acuerdo sobre programa de actuación a medio plazo del sector eléctrico, se interpreta como la segunda parte del protocolo de mayo de 1983.El ministerio y los presidentes de las empresas eléctricas habían prácticamente concluido, a última hora de ayer, las intensas consultas que iniciaron el jueves por la tarde, a raíz de la presentación por parte del ministerio de un nuevo texto, revisado, de su plan original de concertación con el sector.
Industria abandonaba su idea de proceder a la amortización en siete años de cuatro de las cinco centrales nucleares excluidas del vigente Plan Energético Nacional (PEN-83), es decir Lemóniz I y II, Valdecaballeros II y Trillo II.
El nuevo programa fue estudiado en la tarde del jueves por los presidentes de las empresas eléctricas reunidos en la sede de Unidad Eléctrica (Unesa). Su presidente, Juan Alegre Marcet, se entrevistó ese mismo día con el ministro Majó, al que propuso incluir un nuevo punto y modificar el lenguaje de algunos otros.