El juicio por la propiedad de Dry Sack puede durar varias semanas

El juicio definitivo por la propiedad de la marca Dry Sack, por la que compiten el Patrimonio del Estado, propietario actual de la sociedad Williams & Humbert, y José María Ruiz-Mateos, que el pasado día 4 anunció su intención de abandonar este pleito, se inició ayer en la high court, o Juzgado de Primera Instancia, de Londres.A pesar de que fuentes del Patrimonio esperaban una decisión rápida del juez británico, a la vista de la retirada de Ruiz-Mateos, el juicio puede prolongarse ahora un mínimo de dos semanas, dado el funcionamiento exhaustivo de la maquinaria judicial británica....

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El juicio definitivo por la propiedad de la marca Dry Sack, por la que compiten el Patrimonio del Estado, propietario actual de la sociedad Williams & Humbert, y José María Ruiz-Mateos, que el pasado día 4 anunció su intención de abandonar este pleito, se inició ayer en la high court, o Juzgado de Primera Instancia, de Londres.A pesar de que fuentes del Patrimonio esperaban una decisión rápida del juez británico, a la vista de la retirada de Ruiz-Mateos, el juicio puede prolongarse ahora un mínimo de dos semanas, dado el funcionamiento exhaustivo de la maquinaria judicial británica. Cuando a las 10.30 de ayer, el juez Walton -el undécimo magistrado británico que interviene en el caso, a causa del sistema rotativo de los jueces- abrió la sesión, comenzó con una pregunta honesta: "¿Cómo se pronuncia Rumasa?".

El juez Walton hizo numerosas preguntas, demostrando su deseo de entrar a fondo en el asunto, antes de emitir sentencia. Así las cosas, los abogados del bufete Herbert Smith, defensores de los intereses de Williams, iniciaron su exposición como si la parte contraria estuviera presente, y empezando desde el principio, es decir, demostrando que la marca Dry Sack es propiedad de Williams & Humbert, la importancia de la marca (90% de las ventas) para Williams, y siguiendo por el argumento central, a saber, que la transacción que en 1975 efectuó José María Ruiz-Mateos de la marca a la sociedad W & H Trade Marks, radicada en la isla de Jersey, en el canal de la Mancha, fue un fraude, según la parte demandante.

A tal efecto, los abagados de Williams tendrán que mostrar la contabilidad de los años 1972 a 1977, lo que da idea de la dureza del juicio, a pesar de la retirada de la parte de Ruiz-Mateos. Los abogados de Williams están seguros que el juez Walton fallará a su favor, aunque la sentencia pueda dilatarse varias semanas, entre otros motivos, porque el juez necesite estudiar más a fondo el caso tras la finalización del juicio.

Por otra parte, el Tribunal Constitucional español estudiará el escrito de queja que los abogados de Ruiz-Mateos presentaron el pasado 5 de febrero, en el que protestaban por la demora en la sentencia sobre la constitucionalidad de la ley de expropiación.

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