Las elecciones filipinas
La gran pregunta que se plantean ahora los filipinos no es si Corazón Aquino, la candidata de la oposición, va a ganar ( ... ), sino que si gana se le va a permitir llegar a ser presidenta.Existe el temor de que se produzca un engaño a gran escala, y es el presidente Ferdinand Marcos, quien tiene todos los medios para cometer este fraude. ( ... )
Después de 20 años en el Gobierno, el poder del presidente alcanza los más recónditos lugares de la maquinaria política, incluso en los más altos puestos de la Asamblea Nacional, lugar donde se proclama al ganador. Marcos también controla los s...
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La gran pregunta que se plantean ahora los filipinos no es si Corazón Aquino, la candidata de la oposición, va a ganar ( ... ), sino que si gana se le va a permitir llegar a ser presidenta.Existe el temor de que se produzca un engaño a gran escala, y es el presidente Ferdinand Marcos, quien tiene todos los medios para cometer este fraude. ( ... )
Después de 20 años en el Gobierno, el poder del presidente alcanza los más recónditos lugares de la maquinaria política, incluso en los más altos puestos de la Asamblea Nacional, lugar donde se proclama al ganador. Marcos también controla los soldados que han de encargarse del malestar popular que se produciría si se manipulan los resultados electorales. Según la Constitución, tiene que transcurrir más de un mes entre las elecciones y la toma de posesión del ganador. Incluso si Marcos perdiera y aceptara su derrota, retendría el poder durante este período de tiempo. ( ... )
El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, ha dicho que la imparcialidad de las elecciones será la piedra de toque de la política de su país hacia Filipinas. Asimismo, declaró que la asistencia militar y económica norteamericana se incrementará si se cumplen dos condiciones: "que la voluntad del pueblo filipino se exprese en unas elecciones fiables" y que los comicios sean seguidos de una auténtica reforma. ( ... )
En sus 20 años de mandato, Marcos ha tenido el apoyo de la Administración norteamericana, pero en los últimos meses las autoridades de Washington han intentado mantener las distancias. Reagan podría haber puesto a la Administración en la nada envidiable posición de convertirse en el árbitro de las elecciones para que sean consideradas como "libres y justas".
, 6 de febrero