ELECCIONES PRESIDENCIALES EN FILIPINAS

Corazón Aquino proclama su victoria y Ferdinand Marcos amenaza con aplicar la ley antidisturbios

Corazón Aquino, la candidata de la oposición a la presidencia de Filipinas, proclamó anoche su triunfo basándose en la tendencia de los primeros votos escrutados, mientras la agencia de Prensa oficial señalaba que Marcos estaba en camino de conseguir "una clara victoria". Ante la ausencia de datos oficiales sobre el cómputo de votos, y en medio de un tenso clima de confusión y denuncias de violencia y fraude, el presidente Marcos advirtió anoche que aplicaría la ley antidisturbios si la oposición se lanzaba a la calle a proclamar unilateralmente su victoria.

La confusión de datos y de d...

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Corazón Aquino, la candidata de la oposición a la presidencia de Filipinas, proclamó anoche su triunfo basándose en la tendencia de los primeros votos escrutados, mientras la agencia de Prensa oficial señalaba que Marcos estaba en camino de conseguir "una clara victoria". Ante la ausencia de datos oficiales sobre el cómputo de votos, y en medio de un tenso clima de confusión y denuncias de violencia y fraude, el presidente Marcos advirtió anoche que aplicaría la ley antidisturbios si la oposición se lanzaba a la calle a proclamar unilateralmente su victoria.

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La confusión de datos y de declaraciones era anoche la principal característica del recuento de votos en las elecciones presidenciales filipinas, salpicadas de numerosos incidentes, denuncias de fraude, intimidaciones y decenas de actos de violencia que arrojaron un balance de 35 muertos.Aunque no se esperan resultados oficiales hasta la jornada de hoy, sábado, las primeras tendencias oficiales daban unos resultados favorables a Marcos, mientras los datos del Movimiento Nacional de Ciudadanos por unas Elecciones Libres (NAMFREL), Corazón Aquino llevaba una clara ventaja cuando iban escrutados un millón y medio de papeletas: 883.220 votos para Corazón Aquino frente a 614.432 para el presidente Ferdinand Marcos.

Por su parte, el recuento oficial montado por la oficial Comisión Electoral (Comelec), con un 3% de los votos escrutados, daba la victoria al actual presidente Ferdinand Marcos, con un 51% de votos sobre un 47% para Corazón Aquino.

En el cuartel general del equipo de Cory Aquino y de Salvador Laurel, candidato a la vicepresidencia, no imperaba un ambiente de fiesta en la madrugada de hoy, quizá porque la jornada electoral había sido muy dura y llena de incidentes. También se percibía inquietud por la advertencia de Marcos de que, en caso de que la oposición contestara con manifestaciones el triunfo del actual equipo en el poder, aplicaría la ley antidisturbios.

En unas breves declaraciones a la cadena de televisión norteamericana NBC, Marcos dijo que tenía informaciones procedentes de sus servicios secretos según las cuales la oposición planeaba provocar enfrentamientos, en cuyo caso aplicaría la ley para evitar derramamientos de sangre.

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Primer paso hacia la ley marcial

Para los observadores, esta advertencia se puede interpretar como un posible primer paso hacia la implantación de la ley marcial si la oposición no admite una derrota."Estamos seguros de la victoria, pero no del margen", declaró René Saguisar, portavoz de Cory Aquino. Saguisar desmintió, al mismo tiempo, unas supuestas declaraciones de Salvador Laurel sobre la eventualidad de que pudiera formar equipo con el presidente Marcos, en caso de superar en votos al candidato vicepresidencial oficial, Arturo Torentino.

Las versiones simultáneas de victoria a la hora del recuento ilustraron lo que fue la principal tónica de la jornada electoral: confusión. "Ha habido una gran confusión y diez veces más de intimidación que en las elecciones parlamentarias de l984", dijo José Concepción, presidente del NAMFREL.

Desde las filas de la oposición se denunciaron decenas de irregularidades, sobre todo las basadas en la ausencia en las listas de nombres de electores en localidades pequeñas considerados como partidarios de Corazón Aquino. En estas localidades, la burocracia del partido oficial del KLB (Movimiento para la Nueva Democracia) conoce de antemano las preferencias de voto de los habitantes.

La existencia de unos 500.000 voluntarios del NAMFREL, cuya misión era controlar la limpieza de la votación, no impidió acciones violentas por parte de miembros del Ejército, a veces vestidos de paisano, pero armados con ametralladoras M-16, que atemorizaban, pegaban o detenían a militantes del NAMFREL, provocando incluso un muerto así como decenas de detenciones arbitrarias.

A medida que avanzaba el lento recuento de votos, la confrontación entre Comelec (oficial) y NAMFREL (oposición) aparecía cada vez como más inevitable, al no coincidir las cifras.

Este hecho que no amedrantó a Cory Aquino para avanzar su propia declaración de victoria, cuyo texto deja intuir que la lucha será dura entre el poder y la oposición. "Contra sus pistolas y su oro ha prevalecido el pueblo filipino", escribió Cory en su comunicado.

Un mito roto

"La tendencia es clara e irreversible. El pueblo y yo hemos ganado. Nadie podrá arrebatarnos esta victoria. Ningún poder podrá tomar de nuestras manos la libertad que hoy hemos ganado". "El sortilegio de Marcos se ha roto", señaló Corazón Aquino. "El mito de la máquina invencible ha quedado reducido a la nada", proseguía la declaración de Aquino, siempre basada en unas tendencias de voto que no alcanzaba ni tan sólo el 2%. del censo electoral de más de 26 millones de filipinos.Dando, quizá precipitadamente, una declaración de triunfo pendiente de confirmación oficial, Cory Aquino pareció querer dar una inyección de moral a sus electores e insinuar que si, finalmente, no hay triunfo, los partidarios de Aquino se movilizarán.

El jefe del Estado Mayor del Ejército, general Fabián Ver, señaló ayer que las fuerzas armadas están preparadas para responder a los disturbios civiles poselectorales y agregó que tiene la evidencia de que los insurgentes comunistas del Nuevo Ejército Popular están apoyando a la oposición.

Si las diferencias de voto son mínimas, pero favorables a Marcos, como parece probable en una elección donde ha habido muchas denuncias por irregularidades, fraude e intimidación, la oposición expondrá los casos de fraude y considerará perdida la posibilidad

de una alternativa de poder democrático por la vía de las urnas. De ser así, se prevé una radicalización de la política filipina.

La opinión de Estados Unidos

Otro aspecto capital de la consulta de ayer en Filipinas será la opinión que expresará Estados Unidos -que envió una misión de observadores, presidida por el senador Richard Lugar- sobre la limpieza en que se ha desarrollado el voto. De considerarlo válido, Estados Unidos deberá confirmar el apoyo a un debilitado Ferdinand Marcos para intentar garantizar la cooperación entre Washington y Manila, de vital importancia para la continuidad de las bases militares americanas en Filipinas y la salvaguardia de un aliado en el sudeste asiático, en un país donde crece la presencia de la guerrilla comunista.Por el contrario, si Estados Unidos da validez moral a unas elecciones cuyo desarrollo ha sido discutible, teniendo en cuenta la cantidad de incidentes, dejará de la mano la viabilidad de una alternativa democrática por parte de la oposición moderada que encabeza el equipo formado por Corazón Aquino y Salvador Laurel.

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