Una bomba hiere gravemente en Rentería a un policía nacional y a su hija de 9 años

La niña de nueve años Noelia Espinosa Magallón y su padre, el cabo de la Policía Nacional Manuel Espinosa Asenjo, resultaron gravemente heridos a las 8.30 de ayer, en Rentería, por la explosión de una potente bomba colocada bajo el vehículo de este último. El policía nacional ha perdido la pierna derecha, y su hija sufre graves lesiones de metralla en el ojo derecho, el oído izquierdo, la cabeza y las piernas.

La explosión se produjo en la calle de Jesús Guridi, del populoso barrio de Beraun, a una hora de tránsito obligado para los escolares. La onda expansiva resquebrajó los cristales...

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La niña de nueve años Noelia Espinosa Magallón y su padre, el cabo de la Policía Nacional Manuel Espinosa Asenjo, resultaron gravemente heridos a las 8.30 de ayer, en Rentería, por la explosión de una potente bomba colocada bajo el vehículo de este último. El policía nacional ha perdido la pierna derecha, y su hija sufre graves lesiones de metralla en el ojo derecho, el oído izquierdo, la cabeza y las piernas.

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La explosión se produjo en la calle de Jesús Guridi, del populoso barrio de Beraun, a una hora de tránsito obligado para los escolares. La onda expansiva resquebrajó los cristales de comercios y viviendas cercanas y sacudió violentamente varios vehículos, dejando medio conmocionados a sus ocupantes. En el momento del estallido, Manuel Espinosa se disponía a trasladar a su hija al colegio San Bartolomé de San Sebastián, situado muy cerca del cuartel de Aldapeta en el que está destinado. Los vecinos aseguran que padre e hija efectuaban este trayecto a diario y a la misma hora, lo que permite deducir que los terroristas actuaron a sabiendas de que la niña podría ser víctima del atentado.Según fuentes policiales, el artefacto, compuesto por entre un kilo y kilo y medio de Goma 2, estaba adosado a la rueda delantera derecha del Renault 7 SS-0687-H y explotó por un sistema mecánico, cuando el vehículo iniciaba su marcha. Tras la explosión -que arrojó el capó a decenas de metros-, padre e hija se dejaron caer sobre la acera, donde fueron atendidos por los vecinos. Un testigo indicó que a Manuel Espinosa le faltaba el pie derecho y tenía las dos piernas destrozadas. "En seguida preguntó por su hija, y, a su vez, la niña empezó a llamar a su padre; no lloraban porque estaban demasiado conmocionados, pero el padre pidió un calmante al ver que tardaban las ambulancias. Alguien, desde uno de los balcones", afirma este testigo, "arrojó unas tabletas de calmantes y se las dimos porque se veía que estaba sufriendo. Él pedía que les trasladáramos al hospital de San Sebastián y preguntaba insistentemente por su hija, que tenía el cuello ensangrentado y estaba a punto de desmayarse; les pusimos almohadones en la espalda y después, al ver que continuaba la hemorragia en las piernas, le hicieron torniquetes con cinturones de goma".

Ambos heridos fueron trasladados al hospital de la Cruz Roja de San Sebastián y la niña fue internada posteriormente en la unidad de cuidados intensivos de la residencia sanitaria de esta ciudad. José María Gurruchaga, alcalde de Rentería, condenó el atentado y señaló que los terroristas han llenado nuevamente las calles con sangre inocente por medio "de una bomba colocada con todo el sadismo del que sólo es capaz una mente enfermiza".

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Manuel Espinosa tiene 36 años, nació en Port Bou (Gerona) y es padre de otros dos hijos, un chico de 14 años y una niña de un mes. Entró en la Policía Nacional en el año 1975 y fue uno de los cuatro policías nacionales que ingresaron en HABE, organismo público para la euskaldunización de adultos. Fue expulsado por iniciativa de los alumnos.

Los partes médicos establecen que Manuel Espinosa se encuentra en estado muy grave, "sufre shock hipobolémico, ha sufrido la amputación traumática de la pierna derecha a nivel del tercio inferior, padece graves destrozos en los huesos y la parte blanda de la pierna izquierda y diversas heridas en el resto del cuerpo". La niña "sufre politraumatismo con shock hipobolémico, múltiples heridas por metralla y heridas inciso-contusas en la región retroauricular izquierda y enfigema subcutáneo cervical". A las 14 horas, la niña fue sometida a una operación en el ojo izquierdo, mientras los médicos trataban de salvar la pierna de su padre.

[El Sindicato Profesional de Policía Uniformada condenó el "salvaje atentado" y pidió la ilegalización de quienes apoyan la alternativa KAS y "sus variadas formas de lucha y represión sobre los colectivos de las fuerzas de seguridad del Estado", informa Efe.]

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