La retirada del candidato comunista originó confusiones en las papeletas

La retirada de la candidatura del comunista Angelo Veloso originó confusiones e intentos de manipulación en la jornada de elecciones presidenciales que se desarrolló ayer en Portugal. Veloso había advertido con anterioridad que iba a utilizar los medios de propaganda que le ofrecía la campaña, pero que se retiraría finalmente con objeto de pedir el voto para Francisco Salgado Zenha, candidato de izquierda a quien apoya el todavía presidente de la República, Antonio Ramalbo Eanes.

La retirada del candidato comunista a la presidencia, Angelo Veloso, que figuraba en segundo lugar en las pa...

La retirada de la candidatura del comunista Angelo Veloso originó confusiones e intentos de manipulación en la jornada de elecciones presidenciales que se desarrolló ayer en Portugal. Veloso había advertido con anterioridad que iba a utilizar los medios de propaganda que le ofrecía la campaña, pero que se retiraría finalmente con objeto de pedir el voto para Francisco Salgado Zenha, candidato de izquierda a quien apoya el todavía presidente de la República, Antonio Ramalbo Eanes.

La retirada del candidato comunista a la presidencia, Angelo Veloso, que figuraba en segundo lugar en las papeletas de voto, provocó confusión, aprovechada por alguna otra candidatura, y una intervención de emergencia por parte de la Comisión Nacional Electoral (CNE). Personas que no pudieron ser identificadas lanzaron ante algunos colegios octavillas firmadas por el partido comunista, en las que se manifestaba que Veloso no se había retirado y que continuaba siendo candidato.En otros colegios electorales, especialmente en el norte, se entregaron a los electores papeletas en las que estaba tachado el nombre de Veloso, lo que en estricta aplicación de la ley electoral suponía la anulación del sufragio. La CNE emitió a media mañana un comunicado advirtiendo sobre la prohibición de realizar tachaduras en las papeletas. Las eventuales impugnaciones provocadas por la admisión de estos votos, con el consiguiente desbarajuste electoral, dado el alto número de consultas realizadas desde diferentes zonas del país, obligaron a la misma comisión a aceptar a media tarde como válidos los votos que tuvieran tachado el nombre de Veloso de forma que no diera lugar a confusiones.

Fuera de este incidente de procedimiento, la jornada transcurrió con absoluta normalidad. La participación se vio favorecida por un espléndido día de sol. Por la mañana, la presencia ante las urnas fue mayor en las zonas rurales, donde los electores aprovechaban la salida de misa para acudir a votar. La Iglesia ha apoyado en su mayoría al candidato conservador, si bien este apoyo no ha sido unánime, dada la personalidad de María Lourdes Pintasilgo. En cualquier caso, el voto rural ha ido mayoritariamente para Diogo Freitas do Amaral. En las ciudades la concurrencia fue creciendo conforme avanzaba el día, y a media tarde en muchas localidades el índice de participación era ya más alto que el registrado a la misma hora en anteriores consultas.

Vizela y Lever, dos localidades próximas a Oporto, cumplieron con su tradicional rito de no votar. En el primer caso, para protestar porque no se les concede la categoría de ciudad, y en el segundo como rechazo de los límites de la municipalidad, que se siente perjudicada por el pueblo vecino y exige a las autoridades un nuevo trazado de lo que ellos denominan frontera.

Los cuatro candidatos votaron por la mañana. Pintasilgo, que tenía previsto hacerlo a la una de la tarde, fue la primera en presentarse en su colegio electoral, a las nueve de la mañana, por lo que a su votación no pudo asistir la Prensa. Freitas do Amaral, Mario Soares y Francisco Salgado Zenha cumplieron más o menos con el programa. Los tres manifestaron confiar en la victoria y los tres fueron acogidos con aplusos por los electores. Nuevamente el más frío fue Salgado Zenha.

Baño de multitud

Freitas, cuya campaña ha sido un auténtico baño de multitud, fue acogido calurosamente ante el colegio en que votó en Cascais, a unos 30 kilómetros de Lisboa. "Es la primera vez que me ocurre", dijo. Soares, que tanto se jugaba con el resultado de ayer tras los fracasos en las elecciones generales de octubre y en las municipales de diciembre, y ante la inminencia del congreso de su partido, dijo que más que su futuro político le interesaba el de Portugal.Después de votar, todos los candidatos se retiraron a sus domicilios a descansar de las dos semanas de mítines y viajes por todo el país. Pintasilgo fue a misa antes de retirarse a la residencia del Graal -movimiento seglar de cristianos comprometidos, del que fue introductora en Portugal en los años sesenta- en la que vive junto con otras mujeres.

De las personalidades políticas postuguesas, la que tuvo una acogida particularmente calurosa fue el presidente, Antonio Ramalho Eanes, que votó en su barrio de toda la vida, el de la Madre de Dios, una zona de clase media, baja y clase obrera. Desde que llegó al colegio hasta que lo abandonó estuvo rodeado por una nube de vecinos que le aplaudieron y le pidieron autógrafos. Uno de ellos incluso le gritó: "¡Hasta dentro de cinco años!".

Ramalho Eanes ya ha trasladado casi todas sus pertenencias personales a su antigua casa, en la que volverá a vivir cuando salga del palacio de Belem.

La votación de ayer fue la duodécima que realizan los portugueses desde la instauración de la democracia en el país y la tercera en un período de cuatro meses. A la espera de los resultados oficiales, la televisión montó un programa de entretenimiento e información que duró hasta altas horas de la madrugada, con conexiones con las diferentes sedes de los estados mayores de los candidatos, y Radio Comercial tuvo como presentador-animador, durante toda la noche a un gran humorista portugués, Hermann Jose, quien hizo las delicias del público. Sería algo así como si en España presentasen unos resultados electorales Martes y Trece.

El próximo presidente de Portugal será el segundo elegido en las urnas desde el 25 de abril, ya que los que precedieron a Eanes (elegido dos veces), los generales Antonio de Spínola y Francisco Costa Gomes, fueron designados.

El próximo inquilino del palacio de Belem ocupará el puesto número 66 en la lista de quienes ostentaron la máxima magistratura portuguesa, en cuyos lugares 35, 36 y 37 se encuentran los reyes Felipe II, Felipe III y Felipe IV.