Tribuna:

Continúa el proceso de realización de beneficios

Los mercados de valores han continuado con el proceso de realización de beneficios del que apenas han escapado una veintena de valores. La salida de papel es, en gran parte, producto de la propia evolución del mercado, pero está sirviendo para que la situación económica general sea analizada con más detenimiento que hasta ahora. La tasa de inflación con que puede terminar el ejercicio último empieza a preocupar, sobre todo por los efectos que puede tener de cara a la credibilidad en las metas fijadas para este año. Ya no se descarta la posibilidad de una subida de los tipos de interés a medio ...

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Los mercados de valores han continuado con el proceso de realización de beneficios del que apenas han escapado una veintena de valores. La salida de papel es, en gran parte, producto de la propia evolución del mercado, pero está sirviendo para que la situación económica general sea analizada con más detenimiento que hasta ahora. La tasa de inflación con que puede terminar el ejercicio último empieza a preocupar, sobre todo por los efectos que puede tener de cara a la credibilidad en las metas fijadas para este año. Ya no se descarta la posibilidad de una subida de los tipos de interés a medio plazo, y la caída de los precios del petróleo aparece como un factor insuficiente para alegrar el futuro cercano.No obstante, hay un factor coyuntural de gran importancia, como es la gran liquidez que padece el sistema y que no encuentra alternativas válidas a la colocación en renta variable. Las operaciones con depósitos a un día del mercado interbancario están ya al 2,06% y, aunque es cosa de unos días, indica las dificultades de colocación del dinero. Los pagarés negociados en bolsa con pacto de recompra a una semana también registran un fuerte volumen de operaciones, al tiempo que los tipos de interés anual obtenidos oscilan entre el 7,25% y el 2%. Las incertidumbres sobre la evolución de los tipos de interés a plazos más largos llevan a unos volúmenes de contratación muy bajos y unos tipos anuales entre el 8%. y el 9,25% para los pagarés, y superiores al 10% para el mercado interbancario.

Las realizaciones de beneficios han sacudido a los mercados de valores, cuyos protagonistas, los inversionistas -tanto particulares como institucionales-, parecen preferir la liquidez, siempre con fuerte beneficio de por medio, al mantenimiento de sus posiciones. Sin embargo, los recortes en los precios no han sido excesivos y todavía hay valores que mantienen al dinero en su entorno en contra de la tendencia dominante. Los valores bancarios han sido esta vez los que han acusado con más fuerza el repliegue de la demanda, sustituyendo los abultados saldos compradores de días atrás por un equilibrio entre oferta y demanda, discretamente favorable a esta última. La consecuencia más inmediata ha sido la repetición de cotización para la mayoría de los componentes del grupo de los siete grandes, en donde sólo Banesto e Hispano continuaron cosechando mejoras. A este respecto hay que señalar que la posibilidad de que alguna de estas instituciones aumente espectacularmente su dividendo no ha conseguido frenar la salida de papel, pues se considera suficientemente valorada esta posibilidad con el nivel que han alcanzado las cotizaciones en las sesiones que han transcurrido desde los primeros días del año.

En cuanto al resto, cabe destacar la confusión existente en torno a muchos valores industriales que han pasado radicalmente de ser elevados por el dinero a una fuerte caída. Todos los argumentos esgrimidos para apoyar su ascensión parecen haber caído en el olvido, tal y como sucede siempre que la especulación más activa se retira de alguna operación. El incremento de las ventas a crédito no viene sino a confirmar la posibilidad de un mercado más ajustado a la coyuntura económica.

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