Antonio Cafiero, nombrado máximo dirigente del peronismo renovador

La división del peronismo quedó oficializada ayer cuando el sector renovador, que logró un amplio triunfo sobre los ortodoxos en las elecciones parlamentarias del 3 de noviembre, designó su propia directiva, que estará integrada por 15 personas, encabezadas por el ex ministro Antonio Cafiero, el gobernador provincial, Carlos Saúl Menem, y el diputado nacional Carlos Grosso.Cuarenta años después de su irrupción en la escena política argentina, el Partido Justicialista enfrenta la mayor crisis de su historia.

La crisis había comenzado a gestarse en abril último, cuando un sector, inco...

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La división del peronismo quedó oficializada ayer cuando el sector renovador, que logró un amplio triunfo sobre los ortodoxos en las elecciones parlamentarias del 3 de noviembre, designó su propia directiva, que estará integrada por 15 personas, encabezadas por el ex ministro Antonio Cafiero, el gobernador provincial, Carlos Saúl Menem, y el diputado nacional Carlos Grosso.Cuarenta años después de su irrupción en la escena política argentina, el Partido Justicialista enfrenta la mayor crisis de su historia.

La crisis había comenzado a gestarse en abril último, cuando un sector, inconforme por la dirección del peronismo, no concurrió al congreso nacional y realizó su propia reunión en Riohondo, localidad de la provincia de Santiago del Estero, al norte del país.

A este hecho siguió la renuncia irrevocable de su máxima dirigente, la ex presidenta María Estela Martínez de Perón, quien después, en España, intentó inútilmente conciliar los dos sectores en pugna.

La señora de Perón había asumido la conducción del partido -de extracción populista- tras la muerte de su fundador, el teniente general Juan Domingo Perón, en julio de 1974.

Esta situación se mantuvo hasta las elecciones legislativas del 3 de noviembre, a las que los renovadores concurrieron con listas propias y obtuvieron un amplio triunfo sobre sus copartidarios, liderados hasta entonces por el diputado nacional Herminio Iglesias.

Los resultados electorales ahondaron la crisis al determinar los seguidores del diputado y ex ministro Cafiero constituir su propia directiva, mientras que el sector ortodoxo separaba a su máximo dirigente, Herminio Iglesias, al que responsabilizó del desastre.

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El primer congreso de los renovadores decidió que los obreros estén representados por miembros de los sindicatos de taxistas, mecánicos y tabacaleros.

Simultáneamente, el sector ortodoxo inició una intensa campaña en busca de la unidad, y su máximo dirigente, Vicente Saadi, quien había dimitido, reasumió la dirección y presentó un proyecto de reestructuración que fue aprobado por el congreso de delegados que se celebró el pasado jueves.

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