El periodista británico secuestrado en Beirut pide que se acepten las condiciones para su liberación

Alec Collett, el periodista británico secuestrado en Líbano desde hace ocho meses, dio por primera vez señales de vida el viernes por la noche, en un llamamiento dirigido a la primera ministra, Margaret Thatcher, y al secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, pidiéndoles que acepten las condiciones formuladas por sus secuestradores para ponerle en libertad.

Collett, periodista de 63 años de edad, contratado por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, fue apresado al sur de Beirut a finales de marzo por la Organización Revolucionaria de los Musulman...

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Alec Collett, el periodista británico secuestrado en Líbano desde hace ocho meses, dio por primera vez señales de vida el viernes por la noche, en un llamamiento dirigido a la primera ministra, Margaret Thatcher, y al secretario general de la ONU, Javier Pérez de Cuéllar, pidiéndoles que acepten las condiciones formuladas por sus secuestradores para ponerle en libertad.

Collett, periodista de 63 años de edad, contratado por la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos, fue apresado al sur de Beirut a finales de marzo por la Organización Revolucionaria de los Musulmanes Socialistas (ORMS), nombre probablemente utilizado por el grupo capitaneado por el célebre terrorista palestino Abu Nidal para reivindicar sus acciones antibritánicas.A cambio de la liberación de su rehén, la ORMS exige la excarcelación por el Gobierno de Londres de los tres autores del frustrado asesinato en junio de 1982 de Shiomo Argov, embajador israelí en el Reino Unido, condenado en 1983 a 95 años de cárcel. El atentado, reivindicado por Abu Nidal, sirvió de pretexto a Israel para invadir Líbano.

Entre los numerosos asesinatos y atentados perpetrados a través del mundo por los Musulmanes Socialistas destaca la colocación de una potente carga explosiva que estalló el 1 de julio en la oficina madrileña de la compañía aérea británica British Airways, causando la muerte de una mujer e hiriendo a otras 24 personas.

"Quiero", afirma Collett en una cinta de vídeo lanzada desde un coche el viernes por la noche en el portal del diario beirutí An Nahar, "que mi voz sea escuchada por el pueblo británico y por su Gobierno y Thatcher, así como por el secretario general, Pérez de Cuéllar, para solicitarles que contesten favorablemente a este problema de derechos humanos y entreguen a aquellos árabes musulmanes detenidos por las autoridades británicas a cualquiera de los siguientes países: Argelia, República Demócrata de Yemen, Nicaragua, Cuba o Etiopía". Tras lamentar que Thatcher haya rechazado hasta ahora esta petición, el rehén prosigue asegurando que "si se cumple este requisito la ORMS se compromete a ponerme en manos de Mustafá Saad" jefe de una milicia nasserista.

La grabación, de 10 minutos de duración, empieza con una felicitación navideña de Collett a su mujer, Elaine, y a sus tres hijos, a los que intenta también tranquilizar indicando: "Me tratan bien".

En Londres, el Foreign Office prometió "estudiar cuidadosamente" el vídeo. El reverendo anglicano Terry Waite, que se encuentra actualmente en Líbano, también se ha ofrecido a mediar en este asunto.

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