Francia propone en Bruselas la creación de una 'unión europea'

Francia protagonizó anoche en Bruselas, durante la celebración de una reunión de titulares de Asuntos Exteriores, un golpe de teatro, al presentar una propuesta global para la creación de una unión europea. El gesto francés, a dos semanas de la celebración del Consejo Europeo, puede, según el comisario Carlo Ripa di Meana, "hacer naufragar todo el ejercicio de reforma de la CEE".

Los representantes franceses propusieron la puesta en marcha de un sombrero jurídico, que cubriera tanto la institucionalización formal de los Consejos Europeos de jefes de Estado y de Gobierno, que pasa...

Francia protagonizó anoche en Bruselas, durante la celebración de una reunión de titulares de Asuntos Exteriores, un golpe de teatro, al presentar una propuesta global para la creación de una unión europea. El gesto francés, a dos semanas de la celebración del Consejo Europeo, puede, según el comisario Carlo Ripa di Meana, "hacer naufragar todo el ejercicio de reforma de la CEE".

Los representantes franceses propusieron la puesta en marcha de un sombrero jurídico, que cubriera tanto la institucionalización formal de los Consejos Europeos de jefes de Estado y de Gobierno, que pasarían a denominarse Consejo de la Unión Europea, como el tratado de cooperación política -en elaboración- y los tratados -con las posibles enmiendas- de la CEE.Asimismo, Francia propuso la creación de un secretariado permanente de este Consejo de la Unión Europea, que tendría precedencia sobre las otras instituciones, especialmente sobre la Comisión Europea. Esto hizo temblar a la propia Comisión y a algunos países, y Holanda acusó a Francia de tener una "concepción presidencialista de Europa". La discusión quedo aplazada. La propuesta francesa llegó en el último momento de la larga reunión de ayer de los titulares de Asuntos Exteriores de los países de la CEE, en la que se discutía la reforma de la Comunidad. Los ministros se reunirán de nuevo los próximos lunes y martes, y en cónclave el sábado y domingo siguientes, víspera de la apertura del Consejo Europeo de Luxemburgo.

La reforma del Tratado de Roma se abre camino penosamente, aunque reduciendo sus objetivos iniciales. Ayer se desconocía si el golpe de teatro francés era o no la materialización de la ya anunciada iniciativa franco-alemana, que debía hacerse pública en la reunión de Luxemburgo. El presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, decepcionado por los debates, consideró que "la montaña va a parir un ratón".

En la cuestión del mercado interior ni siquiera existe acuerdo sobre su definición. Para la República Federal de Alemania (RFA) debería ser un mercado único sin fronteras; para el Benelux un espacio sin fronteras, y para Francia un mercado unificado sin barreras a la libre circulación de personas, mercancías, servicios y capitales. Algunos países, como el Reino Unido y España, quieren restricciones a la circulación de personas en razón del terrorismo o la immigración. Parece excluido que se incorpore en este gran mercado interior el aspecto monetario (dada la resistencia de varios países, especialmente la RFA y el Reino Unido) o la armonización de la fiscalidad indirecta. Donde antes se trataba de reformar nueve artículos del Tratado de Roma, ahora se habla sólo de tres.

Consejo agrícola

Por otra parte, Carlos Romero, ministro español de Agricultura, arrió velas ayer sobre su interpretación del acuerdo adoptado por la CEE sobre el méthode champenoise para los vinos espumosos. "Mi opinión", dijo, "es que, previsiblemente, nuestros cavas no van a tener problemas dentro de ocho años en mercados terceros". Y señaló: "Puedo equivocarme". Pero, para la CEE, está muy claro: un plazo de ocho años para todo. Aunque, de cara a la exportación hacia países terceros se podría prorrogar este período. Romero, la víspera, dio a entender lo contrario: plazo ilimitado para las exportaciones salvo que se acuerde otra cosa.