Acercamiento a Irán del Consejo de Cooperación del Golfo

ENVIADO ESPECIALEl Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), formalmente, aliado del régimen baazista árabe de Bagdad, y creado hace cinco años para protegerse conjuntamente de eventuales desbordamientos de la entonces recién iniciada guerra entre Irak e Irán, ha adoptado una actitud cada vez más conciliadora hacia el régimen islámico iraní.

La sexta cumbre de jefes de Estado de los seis países miembros del CCG -Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos Omán, Qatar y Bahrain-, inaugurada el domingo en Mascat, ha puesto de relieve la voluntad de sus participantes de mejorar sus r...

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ENVIADO ESPECIALEl Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), formalmente, aliado del régimen baazista árabe de Bagdad, y creado hace cinco años para protegerse conjuntamente de eventuales desbordamientos de la entonces recién iniciada guerra entre Irak e Irán, ha adoptado una actitud cada vez más conciliadora hacia el régimen islámico iraní.

La sexta cumbre de jefes de Estado de los seis países miembros del CCG -Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos Omán, Qatar y Bahrain-, inaugurada el domingo en Mascat, ha puesto de relieve la voluntad de sus participantes de mejorar sus relaciones con un Irán del que el último informe del Instituto de Estudios Estratégicos de Londres (IISS) aseguraque "está ganando la guerra económica".

En su discurso de apertura, el sultán Qabus, de Omán, puso en pie de igualdad a ambos beligerantes y se abstuvo de culpar a Teherán del fracaso de los anteriores intentos de mediación.

Desde el pasado verano, la Marina de guerra iraní ha apresado en aguas del Golfo unos 300 barcos, sin suscitar una réplica por parte de los países afectados. El 6 de septiembre pasado se produjo un incidente revelador de los temores del régimen saudí cuando soldados iraniés desembarcaron desde un helicóptero sobre el puente del carguero italiano Merzario Britannia, interceptado a tan sólo 90 kilómetros al norte dé la base naval saudí de Yubail y a 10 kilómetros de la isla saudí de Jaz Harkus. Los guardacostas de Riad evitaron, sin embargo, interrumpir la inspección iraní.

El relativo fracaso de los bombardeos aéreos iraquíes contra la terminal petrolera de Jarq ha sido incluso parcialmente achacado por algunas fuentes diplomáticas a las presiones sobre Bagdad de sus dos principales acreedores árabes, Arabia Saudí y Kuwait, para que "modere el ímpetu destructivo" de sus pilotos. A pesar de los 35 ataques contra Jarq en dos meses y medio las ventas de crudos iraníes -1,5 millones de barriles al día- están prácticamente a su nivel habitual.

Conscientes, sin embargo, de que su población global -14,5 millones de habitantes- es casi tres veces inferior a la de Irán y que los 135.000 hombres de sus seis ejércitos apenas representan la cuarta parte de los efectivos iraníes, los países del CCG realizan un ingente esfuerzo bélico.

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