Actividad política en Europa

El PC finlandés expulsa a los prosoviéticos

El Partido Comunista finlandés dio ayer un paso más hacia su división definitiva al decidir el comité central, dominado por el sector eurocomunista, mayoritario y dirigido por Arvo Aalto, la expulsión de los ocho distritos ortodoxos fieles á Moscú, que tienen como primera figura a Taisto Sinisalo.Esta decisión viene a culminar 20 años de discrepancias que fueron minando, no sólo la unidad interna del partido, sino también su credibilidad frente a los electores, como quedó probado. en las elecciones municipales del otoño de 1984, cuando el partido obtuvo, con el 13,9% de los votos emitidos, el ...

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El Partido Comunista finlandés dio ayer un paso más hacia su división definitiva al decidir el comité central, dominado por el sector eurocomunista, mayoritario y dirigido por Arvo Aalto, la expulsión de los ocho distritos ortodoxos fieles á Moscú, que tienen como primera figura a Taisto Sinisalo.Esta decisión viene a culminar 20 años de discrepancias que fueron minando, no sólo la unidad interna del partido, sino también su credibilidad frente a los electores, como quedó probado. en las elecciones municipales del otoño de 1984, cuando el partido obtuvo, con el 13,9% de los votos emitidos, el peor resultado de su historia.

La medida que la dirección mayoritaria adopta ahora culmina una estrategia diseñada en el tenso congreso extraordinario de marzo del año pasado, cuando, utilizando métodos no muy democráticos al admitir un solo delegado de la fracción minoritaria, la mayoría modificó los estatutos. De acuerdo con la reforma, ninguna reunión extraordinaria podría tener lugar si no era solicitada por más de un tercio de los distritos. Los minoritarios, t ambién llamados estalínistas, no controlan más que ocho sobre un total de 24 unidades regionales.

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La exclusión de los distritos, y no de los afiliados individualmente, apunta a aislar a los rebeldes y, al mismo tiempo, provocar divisiones en su seno. Ello equivale a que todo miembro de esos distritos que acepte la línea de la mayoría no tendrá problemas para seguir siendo miembro del partido.

El conflicto tiene dos aspectos preocupantes estrechamente vinculados entre sí: el relativo a las relaciones con la Unión Soviética y las consecuencias que puede tener un debilitamiento de la izquierda en su conjunto con vistas a las elecciones de 1987. Un posible triunfo de los partidos burgueses no contribuiría a mejorar las relaciones con la Unión Soviética. Sobre este aspecto, Aalto afirmó que no habrá modificaciones, lo que no parece muy verosímil, a juicio de muchos observadores.

El Partido Comunista de la Unión Soviética ha exhortado a lo largo de estos años de conflicto a su hermano finlandés a preservar la unidad, pero no ha ocultado sus preferencias por sus aliados más firmes, los ahora expulsados.

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