González prometio a Pujol una nueva financiación autómica antes de 1986

El presidente del Gobierno, Felipe González, se comprometió anteayer con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, a resolver, con fecha 31 de diciembre de este año, el problema de la financiación autonómica, fijando un sistema definitivo para Cataluña y el resto de las comunidades, aunque con la intención inicial de que no incida en los presupuestos de 1986. Así lo informó a los partidos catalanes que asistieron a la cumbre sobre financiación celebrada ayer en la Generalitat -a quienes explicó su entrevista con González-, sin referirse para nada a la disolución del Parlamento de Cataluña....

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El presidente del Gobierno, Felipe González, se comprometió anteayer con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, a resolver, con fecha 31 de diciembre de este año, el problema de la financiación autonómica, fijando un sistema definitivo para Cataluña y el resto de las comunidades, aunque con la intención inicial de que no incida en los presupuestos de 1986. Así lo informó a los partidos catalanes que asistieron a la cumbre sobre financiación celebrada ayer en la Generalitat -a quienes explicó su entrevista con González-, sin referirse para nada a la disolución del Parlamento de Cataluña. Pujol acogió con reservas la promesa de González y propuso que todos los diputados catalanes en el Congreso voten una enmienda para que los presupuestos puedan modificarse.

La sugerencia de Pujol a todas las fuerzas políticas de Cataluña con representación parlamentaria intenta que los potenciales acuerdos que se alcancen en la negociación sobre el nuevo modelo de financiación autonómica que se reanuda ahora tengan efecto ya en los ingresos de la Generalitat para 1986.La institución autonómica catalana no renuncia a esta posibilidad y propone presentar como enmienda la última oferta hecha recientemente por la parte catalana de la Comisión Mixta de Valoraciones al ministro Solchaga, que éste rechazó, y que básicamente pedía que se aceptara la posibilidad de establecer un sistema de financiación definitivo en el próximo año (y no en 1987) y la provisionalidad de los presupuestos.

El líder socialista catalán Raimon Obiols fue el único dirigente político catalán que la rechazó por considerarla "un gesto testimonial que a nada conduce".

Pujol subrayó ayer repetidamente que el actual sistema de financiación es "ínuy malo y contradictorio con su propio objetivo" y destacó otras tantas veces "la discriminación técnica y política que sufre Cataluña". Aseguró que si no se conseguía el acuerdo para 1986, las perspectivas para Cataluña, cuyo presupuesto de 1986 será de 172.000 millones, eran "oscuras, francamente malas".

Según altos cargos de la Generalitat y del partido socialista catalán, la posibilidad de disolver el Parlamento autonómico no fue abordada en la entrevista González-Pujol. Por otra parte, el portavoz de la Minoría Catalana en el Congreso de los Diputados y principal promotor del Partido Reformista Democrático, Miquel Roca, declaró ayer que "incluso en el caso de que Pujol fuese procesado no se disolvería el Parlamento catalán". Página 17

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