Suspendido el juicio contra los desnudistas gallegos

El juicio de faltas contra los 14 desnudistas gallegos de la playa de Baroña ha sido suspendido por segunda vez, previo aviso, por no haber sido localizados algunos de los acusados. En esta ocasión han sido unos estudiantes que no se encontraban en su domicilio eventual universitario cuando se les envió la citación quienes han provocado la suspensión.El juez de Noia (La Coruña) ha vuelto a convocar el juicio para el día 21 de noviembre, pero esta vez previendo cualquier ausencia con la citación de todos los acusados por medio del diario oficial.

Los desnudistas, junto con su portavoz, e...

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El juicio de faltas contra los 14 desnudistas gallegos de la playa de Baroña ha sido suspendido por segunda vez, previo aviso, por no haber sido localizados algunos de los acusados. En esta ocasión han sido unos estudiantes que no se encontraban en su domicilio eventual universitario cuando se les envió la citación quienes han provocado la suspensión.El juez de Noia (La Coruña) ha vuelto a convocar el juicio para el día 21 de noviembre, pero esta vez previendo cualquier ausencia con la citación de todos los acusados por medio del diario oficial.

Los desnudistas, junto con su portavoz, el profesor de Económicas Miguel Cancio, mostraron su sentido del humor ante esta suspensión. Ayudado por Pedro Arias, también profesor de la facultad de Económicas, por alguno de los procesados y por el príncipe Galin, curioso personaje de la vida universitaria compostelana, Cancio desplegó una pancarta ante la puerta del juzgado.

En el texto de la pancarta se hace alusión a la despenalización del porro y se pide al presidente del Gobierno que despenalice a los nudistas para así "no ser aporreados". Además, los desnudistas repartieron entre los vecinos de Noia que transitaban por la plaza donde se encuentra el juzgado unas pegatinas con la fotografía de una mujer persiguiendo, palo en alto, a varias personas desnudas.

En el texto de las pegatinas se alude a un "año das tetiñas, culiños e piroliñas" convocado por la comunidad desnudista mundial y por la europea. Los desnudistas expresaron, por medio de su portavoz, su deseo de que se celebre el juicio, "porque no queremos ocultar el problema, sino mostrar los anacronismos que existen en nuestro tiempo", y pidieron que se dicte una ley que despenalice la práctica del desnudismo y no lo considere escándalo público.

El origen de este pleito parte de 1983, cuando el párroco de Baraña, Sabino Lema, y cuatro vecinos denunciaron la presencia de personas desnudas en la playa a la Guardia Civil. Inmediatamente fueron detenidos los 14 desnudistas que se encontraban en el lugar y trasladados a Santiago, donde se dio parte al juzgado, tras haberles fichado previamente.

En una primera vista, el juez de Noia desestimó el caso, pero el fiscal de la Audiencia Territorial de La Coruña recurrió contra esa decisión y logró que se reabriese el sumario, aunque rebajando la petición de delito a la de falta por escándalo público.

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