Dos comerciantes frustran un atraco a su establecimiento

Los hermanos Luis y Francisco Rosa, comerciantes de 54 y 64 años, respectivamente, frustraron anoche un atraco a mano armada perpetrado por dos jóvenes contra su establecimiento de confección, situado en la avenida de Oporto, 30, de Madrid. Uno de los agresores fue detenido.Al filo de las nueve de la noche, dos jóvenes, provistos de un revólver y un cuchillo, se adentraron en el comercio y amenazaron con la pistola a Luis Rosa, padre de cuatro hijos. Con apremio le exigieron el dinero de la caja. "Antes de quitarme el pan de mis hijos tenéis que matarme" dijo Luis Rosa. Sin más preámbulos, pro...

Los hermanos Luis y Francisco Rosa, comerciantes de 54 y 64 años, respectivamente, frustraron anoche un atraco a mano armada perpetrado por dos jóvenes contra su establecimiento de confección, situado en la avenida de Oporto, 30, de Madrid. Uno de los agresores fue detenido.Al filo de las nueve de la noche, dos jóvenes, provistos de un revólver y un cuchillo, se adentraron en el comercio y amenazaron con la pistola a Luis Rosa, padre de cuatro hijos. Con apremio le exigieron el dinero de la caja. "Antes de quitarme el pan de mis hijos tenéis que matarme" dijo Luis Rosa. Sin más preámbulos, propinó un cabezazo a un asaltante y le sujetó la mano derecha, en la que esgrimía el revólver, arrastrándolo hacia el exterior, donde permanecía su hermano.

El otro asaltante blandía su cuchillo. Francisco Rosa agarró un taburete y esquivó varias puñaladas. La pistola cayó al suelo. En segundos fue recogida por el que esgrimía el cuchillo, disparando un tiro contra Francisco. Le pasó a medio palmo de la oreja derecha. La pistola se encasquilló.

Mediante una llave, Luis Rosa había conseguido inmovilizar en el suelo al primer asaltante. Quedó inmóvil. Su hermano Francisco aprovechó el encasquillamiento de la pistola con la que le disparaban y golpeó con el taburete varias veces en la cara a su agresor, que quedó aturdido, pero no tanto como para no poder salir huyendo hacia la esquina de la calle más próxima. Allí le aguardaba, un coche con el motor en marcha, en el que logró huir, dejando a su cómplice sobre la acera. Al poco, dos dotaciones de la policía se hicieron cargo de este último, cuya identidad no fue facilitada.

"Nadie, entre varios centenares de personas que circulaban anoche por aquí en aquellos momentos, fue capaz de mover un dedo por ayudarnos", comenta con indignación Francisco Rosa. Es el cuarto atraco que sufre en los últimos años.

Una avería en un centro de trans-

formación, posiblemente una fábrica, provocó sobre las 22.13 .horas de anoche un apagón en el alumbrado público'y viviendas de la Ciudad de los Periodistas, en la zona norte de Madrid. En algunos puntos el apagón duró más de una hora, mientras que en otros se restablecíó a la media hora.