Ruptura de la tregua entre Amal y los 'fedayin' en Beirut

El acuerdo patrocinado por Damasco que, a principios de junio, puso fin a la llamada guerra de los campamentos entre la milicia shií Amal y los fedayin palestinos, se está resquebrajando a diario, y los combates que se desarrollan en torno a los asentamientos de refugiados en Beirut se extendieron en la noche del jueves al viernes a todo el sector musulmán de la capital de Líbano.Para aliviar, probablemente, la presión militar que ejerce Amal desde principios de semana sobre el gran campamento de Buri el Barajne, la milicia drusa de Walid Jumblat entró en acción a última hora de ...

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El acuerdo patrocinado por Damasco que, a principios de junio, puso fin a la llamada guerra de los campamentos entre la milicia shií Amal y los fedayin palestinos, se está resquebrajando a diario, y los combates que se desarrollan en torno a los asentamientos de refugiados en Beirut se extendieron en la noche del jueves al viernes a todo el sector musulmán de la capital de Líbano.Para aliviar, probablemente, la presión militar que ejerce Amal desde principios de semana sobre el gran campamento de Buri el Barajne, la milicia drusa de Walid Jumblat entró en acción a última hora de la tarde del jueves, librando una batalla de 13 horas de duración contra los elementos armados shiíes. El líder druso mantiene discretas pero buenas relaciones con la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).

El último recuento de la noche de violencia se cifra, según la policía, en 22 muertos y 115 heridos, a los que hay que añadir los incendios y saqueos y, según un grupo marxista palestino, el asesinato a sangre fría de 44 civiles en Buri el Barajne. Amal desmintió inmediatamente esta información.

El pretexto de estos nuevos enfrentamientos, los terceros de la semana, pero los más encarnizados desde principios de julio, fue una disputa entre milicianos de ambos bandos a propósito de una prioridad de un cruce callejero. La extensión que adquirieron los combates en tan poco tiempo demuestra que las dos facciones musulmanas rivales y, sin embargo, aliadas sobre el papel, estaban decididas a llegar a las manos.

La intervención de los observadores castrenses sirios destacados en Beirut Oeste consiguió, aparentemente, apaciguar los ánimos, y ayer la ciudad estuvo tranquila aunque totalmente desierta, pero no así los campamentos que la milicia shií bombardeó con cañones de 75 y 106 milímetros, así como con los carros de combate T 54 que le regaló Siria en agosto. Los palestinos abrían fuego con armas antitanque.

Algunos diarios sacaban ayer la conclusión de que Ia fórmula de los planes de seguridad con la participación de observadores sirios no parece en absoluto eficaz".

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