Tribuna:

Una dramática coincidencia

Todos los indicios que rodean a la catástrofe del Boeing 747 de Japan Air Lines ocurrida ayer en las montañas de Nagano parecen dibujar una trágica coincidencia: los dos mayores accidentes de la historia de la aviación, protagonizados por un único avión -en Tenerife fueron dos-, se pueden haber producido por la misma e idéntica causa. El 3 de marzo de 1974, se estrelló en Ermenonville, poco después de despegar de París, un DC-10 de las Líneas Aéreas Turcas, y sus 346 ocupantes resultaron muertos.La catástrofe de Ermenonville fue provocada por el desprendimiento de una de las puertas de la bode...

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Todos los indicios que rodean a la catástrofe del Boeing 747 de Japan Air Lines ocurrida ayer en las montañas de Nagano parecen dibujar una trágica coincidencia: los dos mayores accidentes de la historia de la aviación, protagonizados por un único avión -en Tenerife fueron dos-, se pueden haber producido por la misma e idéntica causa. El 3 de marzo de 1974, se estrelló en Ermenonville, poco después de despegar de París, un DC-10 de las Líneas Aéreas Turcas, y sus 346 ocupantes resultaron muertos.La catástrofe de Ermenonville fue provocada por el desprendimiento de una de las puertas de la bodega del aparato. El súbito vacío en el compartimiento de carga correspondiente causó el hundimiento parcial del piso de la cabina, lo que a su vez destrozó innumerables elementos vitales para el control del aparato.

Más información

La catástrofe de ayer fue precedida por varias llamadas de emergencia. Estas emisiones radiofónicas y el comportamiento del avión permiten imaginar la historia completa.

Las horas, alturas de vuelo y contenido de los mensajes son reales, de acuerdo con todas las informaciones recibidas. A las 11.20, hora peninsular, el jumbo había alcanzado su altura de crucero de 24.000 pies (7.315 metros). El ascenso había sido rápido ya que el avión, a pesar de llevar una enorme carga de pasajeros, iba muy ligero de peso por tener sólo un mínimo de combustible en su tanque de 180.000 filtros de capacidad. En ese instante se abrió, quizá sólo parcialmente, una puerta trasera derecha.

El comandante inició un descenso de emergencia, para aliviar la presión sobre la misma, advirtiendo al control que no podría mantener la altura de vuelo. Entonces, si ya no había ocurrido antes, la puerta se desprendió totalmente, produciendo en los sistemas de mando de vuelo similares daños a los que 11 años antes tuvo en París un DC-10 turco. El piloto perdió el control del aparato y del rumbo. Poco después el aparato desapareció de las pantallas de radar.

El avión accidentado es la versión mayor y de más capacidad de pasajeros de todas las series de Boeing 747.

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Raúl Tori es piloto de transporte y experto en seguridad aérea.

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