Siria intenta demostrar que es capaz de lograr la paz en Líbano
Siria está empeñada en demostrar a los delegados de los países árabes moderados reunidos en Casablanca para, entre otras cosas, "examinar la cuestión palestina", que controla al grueso de la resistencia y es capaz de poner paz en Líbano, a pesar de las "maniobras desestabilizadoras" que atribuye a Yasir Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).El régimen baasista de Damasco patrocina ahora a un frente de unidad nacional libanés -cuya creación fue anunciada ayer en Eshtaura- que reagrupa a las dos principales milicias musulmanas del país, drusa y shií, a algunos pa...
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Siria está empeñada en demostrar a los delegados de los países árabes moderados reunidos en Casablanca para, entre otras cosas, "examinar la cuestión palestina", que controla al grueso de la resistencia y es capaz de poner paz en Líbano, a pesar de las "maniobras desestabilizadoras" que atribuye a Yasir Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).El régimen baasista de Damasco patrocina ahora a un frente de unidad nacional libanés -cuya creación fue anunciada ayer en Eshtaura- que reagrupa a las dos principales milicias musulmanas del país, drusa y shií, a algunos partidos laicos de izquierdas y a varias personalidades independientes.
La comunidad suní, la segunda en importancia de las musulmanas, no está prácticamente representada en la nueva alianza.
Su programa, dado a conocer ayer en esa ciudad de la Bekaa y que debería servir de plataforma de negociación con la derecha cristiana, estipula la "liquidación definitiva del régimen confesional", así como la reafirmación "mediante acuerdos jurídicos" del carácter árabe de Líbano y el "establecimiento de relaciones privilegiadas con Siria".
Paralelamente, las concesiones antiisraelíes hechas recientemente por las fuerzas libanesas (FL, Milicias Cristianas Unificadas) han incitado a Damasco, que destacó en julio a Beirut a una treintena de observadores para vigilar la última tregua, a promover una reconciliación entre los católicos maronitas. Para ello fraguó la semana pasada un encuentro entre el expresidente Suleimán Frangie y Elie Hobeika, jefe de las FL, a las que su interlocutor acusa de haber asesinado a su hijo en 1978. Quedan así configurados los dos grandes bloques que deberían, según Damasco, entablar un diálogo tendente a sacar a Líbano de la crisis.
Siria no es ajena ahora al acoso que padecen en Sidón los seguidores del líder de la OLP, cuatro de los cuales fueron muertos a balazos la semana pasada. Éstos, a su vez, se arman a marchas forzadas y provocan incidentes poniendo en tela de juicio los esfuerzos de Siria por imponer orden en Líbano.