Modernos robots submarinos buscarán el 'Titanic'

Un nuevo tipo de robots submarinos con sistemas de control remoto de televisión, fotografía y cartografía de sonar y que pueden soportar las tremendas presiones y penetrar la negra oscuridad que reina a kilómetros bajo la superficie del océano, van a ser utilizados para investigar el fondo submarino del Atlántico norte donde el gran transatlántico Titanic se hundió hace 73 años.El mes próximo saldrán dos expediciones, una francesa y otra norteamericana, para hacer prospecciones detalladas. Aunque encontrar el Titanic no es la meta oficial de la expedición norteamericana conducida...

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Un nuevo tipo de robots submarinos con sistemas de control remoto de televisión, fotografía y cartografía de sonar y que pueden soportar las tremendas presiones y penetrar la negra oscuridad que reina a kilómetros bajo la superficie del océano, van a ser utilizados para investigar el fondo submarino del Atlántico norte donde el gran transatlántico Titanic se hundió hace 73 años.El mes próximo saldrán dos expediciones, una francesa y otra norteamericana, para hacer prospecciones detalladas. Aunque encontrar el Titanic no es la meta oficial de la expedición norteamericana conducida por el barco Knorr, de la Institución Oceanográfica Woods Hole, se espera que intente localizarlo. La expedición seguirá al estudio del barco de investigación francés Suroit, que utilizará un nuevo sonar de barrido lateral de alto rendimiento, a fin de detectar la localización del Titanic.

La misión registrará también los análisis de campo del nuevo robot norteamericano de aguas profundas Argo, componente de una nueva generación de submarinos no tripulados para aguas profundas y ojos nadadores que se espera amplíen considerablemente el conocimiento científico del fondo oceánico.

A diferencia de los sumergibles tripulados, que son básicamente estrechos elevadores que pueden transportar a uno o dos investigadores a una reducida zona del suelo oceánico durante unas cuatro horas como máximo, los nuevos robots pueden sumergirse a mayores profundidades, recorrer kilómetros y permanecer bajo agua durante semanas, mientras muchos científicos, trabajando simultáneamente, controlan los datos desde una sala remota de control de la misión. Un vehículo robot de ese tipo, el Scarab, se utilizó a principios del mes pasado para recuperar las cintas de vuelo del avión de la Air India que cayó en 2.000 metros de agua cerca de la costa de Irlanda.

Aunque la Marina está construyendo una esfera de inmersión experimental destinada a transportar científicos a profundidades de más de 6.000 metros, los sumergibles actuales, como el de la Marina recubierto de titanio Alvin, y la nave francesa Cyana, se consideran inseguros pasando de los 3.600 ,metros. Eso significa que los científicos no pueden por el momento visitar la mitad del fondo oceánico, que en sus fosas más profundas supera los 10.600 metros.

Argo, aproximadamente del tamaño de un automóvil, es el primero y mayor de las dos partes del sistema doble de exploración submarina no tripulado desarrollado por el grupo de Ballard en Woods Hole. A finales de este año se iniciará la construcción de un vehículo robot menor, el Jason, que será enviado desde el Argo para una observación más detallada de las características del fondo submarino: restos de naufragios, instalaciones militares o fenómenos naturales tales como las comunidades biológicas en torno a las zonas termales del fondo del océano.

El sistema Argo-Jason, cuyo coste final puede alcanzar los 15 millones de dólares (unos 2.400 millones de pesetas)está financiado por la Marina estadounidense, la Inspección Geológica de Estados Unidos y la Fundación Científica Nacional.

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