Tribuna:RENTA FIJA

Una deuda cada vez más pública

Los ahorradores se sienten cada vez más atraídos por la alta retribución de las emisiones estatales

Los inversores se muestran muy receptivos ante las rentabilidades que ofrecen las distintas emisiones de deuda pública que pueden adquirirse en el mercado secundario. Y es que los actuales vaivenes de la renta variable y las confusas expectativas para el mercado de acciones favorecen a este otro tipo de activos, faltos de riesgo y con tina retribución muy aceptable en comparación con otras alternativas.Así, la contratación de deuda pública en la Bolsa de Madrid ascendió a 26.142,8 millones de pesetas efectivas desde principios de año hasta el pasado día 24, mientras que a lo largo de 1984 el v...

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Los inversores se muestran muy receptivos ante las rentabilidades que ofrecen las distintas emisiones de deuda pública que pueden adquirirse en el mercado secundario. Y es que los actuales vaivenes de la renta variable y las confusas expectativas para el mercado de acciones favorecen a este otro tipo de activos, faltos de riesgo y con tina retribución muy aceptable en comparación con otras alternativas.Así, la contratación de deuda pública en la Bolsa de Madrid ascendió a 26.142,8 millones de pesetas efectivas desde principios de año hasta el pasado día 24, mientras que a lo largo de 1984 el volumen de negociación de estos valores totalizó 48.334,9 millones; de pesetas efectivas. La cifra récord del pasado año puede verse, por consiguiente, superada este año.

El rendimiento interno actual de estos valores oscila entre el 11,02%. y el 17,31%. Prácticamente todas las emisiones sufren una retención del 18%, aunque la deuda amortizable de diciembre de 1977 y la de junio de 1980 gozan de una retención cero.

Pero solamente 12 emisiones han conseguido superar los 100 días de cotización. La alta demanda de estos títulos disuade a los compradores a desprenderse de ellos, dificultando la negociación bursátil. Tanto es así que el Banco de España y la Junta Sindical acordaron el pasado año intervenir en el mercado para permitir una mayor fluidez.

Además, la demanda de estos títulos crece, y también sube su precio, cuando se aproxima la fecha de pago de los cupones, que suele ser semestral, lo que puede complicar la concreción de una operación de compra, aunque no de venta.

Por otra parte, la rentabilidad de cada una de las emisiones depende de dos factores: del tipo de interés nominal, ya que de él depende la retribución periódica, y del precio de adquisición de los títulos, ya que casi nunca coincide su precio con su valor nominal. Cuanto más barato se compre más. alta será la rentabilidad.

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