Las primeras familias gitanas ocupan sus viviendas en el polígono Actur, de Zaragoza

Las primeras familias gitanas del polígono de Actuación Urgente (Actur), de Zaragoza, han ocupado ya seis viviendas prefabricadas después de que hace 10 meses se alcanzase un acuerdo por el que cesaron los enfrentamientos entre payos y gitanos, a causa de la ubicación de varios barracones en unos terrenos que los vecinos estimaban deberían ser destinados a servicios de la zona. En unos terrenos de Actur, no en los que inicialmente desencadenaron el conflicto y muy cerca de sus antiguas chabolas, se han instalado las seis casas prefabricadas facilitadas por el Ministerio de Obras Públicas.
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Las primeras familias gitanas del polígono de Actuación Urgente (Actur), de Zaragoza, han ocupado ya seis viviendas prefabricadas después de que hace 10 meses se alcanzase un acuerdo por el que cesaron los enfrentamientos entre payos y gitanos, a causa de la ubicación de varios barracones en unos terrenos que los vecinos estimaban deberían ser destinados a servicios de la zona. En unos terrenos de Actur, no en los que inicialmente desencadenaron el conflicto y muy cerca de sus antiguas chabolas, se han instalado las seis casas prefabricadas facilitadas por el Ministerio de Obras Públicas.

Sus moradores son aquellas familias gitanas cuyas chabolas estaban en estado de ruina.Permanecerán en ellas hasta que se les construya una vivienda definitiva o se instalen en las que rehabilitará el ayuntamiento en el casco viejo de la ciudad. Esta misma semana, se entregarán otros barracones para el grupo de familias gitanas instaladas junto a Mercazaragoza, y el resto, hasta 22, permanecerán en sus chabolas del Actur, que fueron remozadas. El cumplimiento total del acuerdo alcanzado, el 8 de octubre de 1984, entre las instituciones, payos y gitanos, tras varios días de tensión y enfrentamientos, será una realidad cuando se construyan o rehabiliten viviendas para 40 chabolistas y los vecinos de Actur vean aceleradas las obras para instalar servicios y equipa miento en la zona.

Las casas prefabricadas que ocupan las familias gitanas -su chabola fue demolida conforme se producía el traslado- constan de tres habitaciones, un salón comedor, la cocina y el cuarto de baño, así como un pequeño corral en la parte posterior. "Estamos muy contentas, nunca hemos tenido tantas comodidades", aseguran dos inquilinas. "A unos las casas nos vienen justas, a otros pequeñas, pues tienen hasta siete niños".

La nueva vivienda tiene los servicios imprescindibles, agua, luz y vino equipada con la cocina de butano, el calentador y el cuarto de baño completo. El resto de las estancias las han ido equipando "como hemos podido. Diga que si hay alguien al que le sobren muebles que nos los traiga". En los tejados de los barracones se pueden ver dos antenas de televisión y en las fachadas, las mujeres gitanas han plantado flores y plantas. El ayuntamiento les dio ocho por cada familia. "Cuando ya hayan crecido tendremos que marcharnos".

En el Actur reina la paz entre payos y gitanos: "los vecinos han venido a ver nuestras nuevas casas".