Nakasone intenta en París un acercarmiento a la CEE

El primer ministro japonés, Yasubiro Nakasone, asistió ayer, al lado del presidente francés, François Mitterrand, al desfile conmemorativo de la fiesta nacional francesa. Nakasone, que se encuentra en París como primera escala de una gira que le llevará también a Italia y a Bélgica, pretende convencer a los diez de que Japón concede una gran importancia a sus relaciones con la Comunidad Económica Europea (CEE), que desea equilibrar sus relaciones exteriores para reducir su dependencia de Estados Unidos y que está dispuesto a abrir progresivamente su mercado interior.

Las relaciones entr...

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El primer ministro japonés, Yasubiro Nakasone, asistió ayer, al lado del presidente francés, François Mitterrand, al desfile conmemorativo de la fiesta nacional francesa. Nakasone, que se encuentra en París como primera escala de una gira que le llevará también a Italia y a Bélgica, pretende convencer a los diez de que Japón concede una gran importancia a sus relaciones con la Comunidad Económica Europea (CEE), que desea equilibrar sus relaciones exteriores para reducir su dependencia de Estados Unidos y que está dispuesto a abrir progresivamente su mercado interior.

Las relaciones entre Japón y la CEE se han deteriorado en los últimos años como consecuencia de un fuerte déficit comercial, que se cifra en más de 100.000 millones de francos (cerca de dos billones de pesetas) de la CEE con respecto a Japón. Francia, cuyo déficit respecto a Tokio es del orden de 12.000 millones de francos, ha encabezado siempre a los países comunitarios deseosos de obligar a Japón a disminuir su proteccionismo exterior.Los recientes acuerdos de Tokio con Washington, encaminados a mejorar el equilibrio de la balanza comercial entre los dos países, que es actualmente favorable a los japoneses, levantaron ampollas en París, que exige un trato similar. Nakasone respondió reduciendo ciertos aranceles, pero los franceses estiman que se trata de medidas demasiado modestas, que no influirán decisivamente en las corrientes comerciales entre los dos países.

Consciente de la irritación que van acumulando los países europeos y de sus posibles consecuencias, Nakasone organizó una breve gira europea, centrada fundamentalmente en Francia. Tokio, que será la próxima sede de la cumbre de países industrializados, está preocupado por las insinuaciones de Mitterrand, quien ha dejado entender que podría no asistir.

El propio Nakasone destacó la gran importancia que las cumbres de países industrializados tienen para Japón porque son una ocasión única de romper su habitual aislamiento político y diplomático. "Los otros dirigentes occidentales se ven con frecuencia gracias a las reuniones de la OTAN y de la CEE, pero los japoneses no tienen tantas oportunidades de hablar con sus colegas", señaló.

El primer ministro japonés insistió en su voluntad de mejorar la imagen de su país en Europa y de establecer lazos que no estén exclusivamente basados en intercambios comerciales. Sin embargo, admitió que las relaciones entre Tokio y Washington tendrán siempre un carácter especial dada su alianza defensiva.

Nakasone pidió a las autoridades francesas que su visita no estuviera marcada exclusivamente por discusiones de índole económica. El Gobierno francés ha aceptado acentuar los aspectos políticos del viaje, pero no ha querido que Nakasone se marchara de París sin escuchar, una vez más, las quejas de los responsables económicos e industriales y hoy se entrevistará con la ministra de Comercio Exterior, Edith Cresson, quien solicitará la desaparición del proteccionismo japonés.

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