Ernst Albrecht,

jefe de Gobierno del Estado de la Baja Sajonia (RFA), ha decidido que los cerdos también tienen sitio en la Administración pública, lo que facilita que Luise, una cerda de algo más de año y 90 kilos de peso, podrá seguir al servicio de la policía como auxiliar en la lucha contra el tráfico de estupefacientes. Con su olfato, Luise ha desarrollado una brillante carrera en pos de la localización de drogas, ya que fue entrenada con los perros que realizan los controles de aeropuertos y fronteras. La burocracia del Ministerio del Interior, sin embargo, había señalado, con pedan...

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jefe de Gobierno del Estado de la Baja Sajonia (RFA), ha decidido que los cerdos también tienen sitio en la Administración pública, lo que facilita que Luise, una cerda de algo más de año y 90 kilos de peso, podrá seguir al servicio de la policía como auxiliar en la lucha contra el tráfico de estupefacientes. Con su olfato, Luise ha desarrollado una brillante carrera en pos de la localización de drogas, ya que fue entrenada con los perros que realizan los controles de aeropuertos y fronteras. La burocracia del Ministerio del Interior, sin embargo, había señalado, con pedantería legalista, que los estatutos de la policía no contemplan "la contratación de cerdos" y sólo acostumbran a mantener perros. Y como "un perro no es un cerdo", razonaban los enemigos de Luise, la cerda debía ser dada de baja, a pesar de que su manutención no exige más desembolso que el de un can. Ahora, el propio jefe de Gobierno ha autorizado que Luise siga en activo hasta finales de año. Luego se determinará si se queda como mascota de la policía o si se la engorda con vistas a la fiesta anual del cuerpo.

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