Mubarak frena la islamización de Egipto
El Gobierno egipcio ha conseguido frenar, el pasado fin de semana, el ímpetu islámico de un sector del Parlamento egipcio que pretendía instaurar rápidamente la ley islámica (sharia) en Egipto. A petición de varias decenas de diputados simpatizantes del integrismo religioso, más de 350 parlamentarios (todo un récord de asistencia en Egipto) de la Asamblea del Pueblo (Cámara Baja) debatieron el sábado durante tres horas y media las modalidades de la introducción de la sharia en la legislación del país, pero no llegaron a votar.Un centenar de parlamentarios de la oposición y del Pa...
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El Gobierno egipcio ha conseguido frenar, el pasado fin de semana, el ímpetu islámico de un sector del Parlamento egipcio que pretendía instaurar rápidamente la ley islámica (sharia) en Egipto. A petición de varias decenas de diputados simpatizantes del integrismo religioso, más de 350 parlamentarios (todo un récord de asistencia en Egipto) de la Asamblea del Pueblo (Cámara Baja) debatieron el sábado durante tres horas y media las modalidades de la introducción de la sharia en la legislación del país, pero no llegaron a votar.Un centenar de parlamentarios de la oposición y del Partido Nacional Demócrata (PND, gubernamental) -encabezados por el jeque integrista Salah Abu Ismail, curiosamente elegido diputado hace un año en una lista presentada por el partido laico Neo Wafd- solicitaron a principios de año examinar en sesión plenaria seis proyectos de ley redactados en 1976 por una comisión de la Asamblea, cuya adopción hubiera significado la islamización acelerada de la legislación.
En materia penal los mencionados proyectos preveían sanciones fijas como la flagelación de los consumidores de bebidas alcohólicas -que serían prohibidas-, la amputación de las manos de los ladrones y la condena a muerte por lapidación de las mujeres adúlteras. El actual derecho comercial habría sido modificado y vetada la percepción de intereses.
Frente a esta posición perfeccionista, la mayoría de la Asamblea, empezando por su presidente, Rafat el Maghub, se ha inclinado por una solución más moderada, consistente en no sustituir ninguna de las leyes vigentes por preceptos coránicos, sino simplemente expurgarlas de las eventuales referencias contrarias a la sharia.