ANTIGÜEDADES

Premios en Barcelona

La pintura catalana del siglo XIX, principal centro de atención de los compradores.

El IX Salón de Anticuarios de Barcelona terminó el pasado 21 de abril entre la euforia de unos, el pesimismo de otros y una cierta polémica. La euforia la tenían quienes habían perdido dinero. La inversión que el anticuario debe hacer en cada feria es superior a medio millón de pesetas. La actividad del anticuario es una lucha contra reloj para amortizar esos gastos.La feria concedió los premios anunciados. El de mejor pintura fue para una tabla catalano-aragonesa del siglo XV perteneciente a Berkowitsch. El primer premio a la caseta mejor decorada fue para Arturo Ramón. El segundo premio, par...

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El IX Salón de Anticuarios de Barcelona terminó el pasado 21 de abril entre la euforia de unos, el pesimismo de otros y una cierta polémica. La euforia la tenían quienes habían perdido dinero. La inversión que el anticuario debe hacer en cada feria es superior a medio millón de pesetas. La actividad del anticuario es una lucha contra reloj para amortizar esos gastos.La feria concedió los premios anunciados. El de mejor pintura fue para una tabla catalano-aragonesa del siglo XV perteneciente a Berkowitsch. El primer premio a la caseta mejor decorada fue para Arturo Ramón. El segundo premio, para el anticuario Luis Elvira, de Castellón. El premio al mejor mueble fue para Manuel Trallero. El de mejor escultura, para una virgen de piedra prerrománica de Fernando Pinós.

La polémica surgió al dar el premio a la mejor pieza de la feria. Se le concedió a una escultura repujada en plata, con la cara y las manos de marfil, magnífica, pero con serias dudas sobre si era del siglo XVIII o copia actual.

La mayor demanda del salón ha sido, tal como predecíamos en esta misma sección, para la pintura catalana del siglo pasado y principios del XX.

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