Acciones de presión en favor del catalán durante la celebración del Día de Sant Jordi

La Crida a la Solidaritat convirtió la festividad de Sant Jordi en una jornada de lucha por la lengua catalana. Varios miembros de la Crida pintaron ayer de negro tres cabinas telefónicas en la céntrica avenida del Portal de l'Angel, en Barcelona, como medida simbólica de presión a la Compañía Telefónica para que catalanice sus rótulos y servicios en Cataluña. La Crida agrupa a diversos colectivos cívicos y culturales, coordinando actividades a favor de la lengua y la identidad catalanas. Esta campaña ha sido rechazada por la mayor parte de fuerzas políticas catalanas, pero cuenta con la simpa...

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La Crida a la Solidaritat convirtió la festividad de Sant Jordi en una jornada de lucha por la lengua catalana. Varios miembros de la Crida pintaron ayer de negro tres cabinas telefónicas en la céntrica avenida del Portal de l'Angel, en Barcelona, como medida simbólica de presión a la Compañía Telefónica para que catalanice sus rótulos y servicios en Cataluña. La Crida agrupa a diversos colectivos cívicos y culturales, coordinando actividades a favor de la lengua y la identidad catalanas. Esta campaña ha sido rechazada por la mayor parte de fuerzas políticas catalanas, pero cuenta con la simpatía de quienes consideran que la situación del catalán no mejora.

Estas acciones constituyen, según manifestaron dirigentes de la Crida, "un aviso de las movilizaciones no violentas que preparamos para la próxima semana, si antes del sábado Telefónica no informa a la opinión pública sobre cuál es su compromiso de catalanización".La ofensiva que está realizando en estos momentos la Crida a la Solidaritat se propone superar el objetivo del bilingüismo, que es el trazado y respaldado por las instituciones políticas catalanas, y conseguir el uso predominante del catalán, "como lengua propia del país". El balance que realizan los dirigentes de este movimiento sobre la política de normalización lingüística aplicada en los últimos años es que no ha conseguido todos sus objetivos y que, incluso, se vive un "franco retroceso" del catalán, al tiempo que consideran muy comprometida la supervivencia del uso de esta lengua.

Esta campaña ha sido objeto de valoraciones contradictorias por los partidos parlamentarios. Joan Colominas, diputado de Convergéncia i Unió (CiU) la rechazó indicando que "es provocativa y contiene aspectos que van más allá de lo legislado por el Parlament". El primer secretario del PSC, Raimon Obiols, aseguró que acciones coma estas "dan armas a los enemigos de la lengua catalana". Un portavoz del PSUC dijo que "la normalización del catalán debe hacerse de forma gradual", mientras Albert Alay, de ERC se pronunció a favor del monolingüísmo catalán "aunque respetando la otra lengua". Jorge Femendez Díaz, de Coalición Popular, defendió el bilingüísmo y condenó enérgicamente la actuación de "quienes se erigen en salvadores de la sociedad".

"Día de lucha"

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Las acciones emprendidas con motivo de la festividad de Sant Jordi, el patrón de Cataluña, que dicha organización declaró para este año como "día de lucha por la lengua catalana", se iniciaron hace cuatro días en la terminal de la Renfe en Barcelona. Un grupo de miembros de la Crida efectuó pintadas sobre los rótulos escritos en castellano, catalanizándolos. La policía detuvo a 14 activistas que participaban en la acción y cuatro de ellos permanecen en prisión.

A las 21 horas, la policía disolvió violentamente dos manifestaciones en la Rambla de Canaletas. Una de ellas estaba compuesta por feministas que se manifestaban a favor del aborto. El grupo de mujeres había cortado el tráfico formando un corro e intentaba izar un globo con una pancarta, según informa Efe, cuando la policía les conminó a que abandonaran el lugar. Las manifestantes, que ofrecieron una resistencia pasiva a esta orden, fueron disueltas de forma violenta. La policía alegó que pretendía cargar sólo contra la manifestación independentista que se producía en esos momentos y que daba gritos a favor de Terra Lliure. Hubo varios contusionados y, según el Gobierno Civil, un grupo de manifestantes acorraló a un policía y le arrebató la pistola.

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