El Ejército español moderniza su mentalidad

En 1981, un grupo de oficiales del Ejército español irrumpió en el Parlamento, cogió como rehenes a 350 diputados y proclamó la supremacía militar sobre el Gobierno. La ciudad vivió horas de tensión, pero sin sorpresa; desde 1814 ha habido 54 golpes militares en España, 12 de ellos con pleno éxito.El Rey hizo fracasar el golpe militar de 1981 al rehusar apoyarlo. Como comandante en jefe, advirtió al Ejército que no se mezclase en asuntos internos. Por el contrario, debía convertirse en una moderna fuerza profesional como otros en Europa. Recientemente, dijo a un grupo de jóvenes oficiales: "Pa...

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En 1981, un grupo de oficiales del Ejército español irrumpió en el Parlamento, cogió como rehenes a 350 diputados y proclamó la supremacía militar sobre el Gobierno. La ciudad vivió horas de tensión, pero sin sorpresa; desde 1814 ha habido 54 golpes militares en España, 12 de ellos con pleno éxito.El Rey hizo fracasar el golpe militar de 1981 al rehusar apoyarlo. Como comandante en jefe, advirtió al Ejército que no se mezclase en asuntos internos. Por el contrario, debía convertirse en una moderna fuerza profesional como otros en Europa. Recientemente, dijo a un grupo de jóvenes oficiales: "Patriotismo implica el abandono de toda tentación de imponer una minoría su propia voluntad".

Hoy, al golpe militar abortado de 1981 se le considera como el último estertor de la dictadura de Franco, una tentativa para hacer retroceder a España 40 años atrás por parte de un grupo (de oficiales nostálgicos. ( ... ) El fracaso del golpe significó el fin del dominio franquista en España y ha abierto un nuevo capítulo, el del gobierno de España por la Constitución, no por un ejército.

El mensaje real ha echado raíces, particularmente en las fuerzas aéreas y navales. La mayoría de los militares se ha dado cuenta de que no hay ahora posibilidad alguna de que se establezca un régimen autoritario, afirma Ángel Viñas, consejero del ministro de Asuntos Exteriores del Gobierno socialista. El número de oficiales a quienes no les convence el proceso democrático es muy pequeño.

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Un general retirado, que pide que no se revele su nombre, dice: "Todos aceptan la democracia, pero que la democracia sea popular entre los oficiales es otro problema. Lo que no existe es ninguna idea golpista". El Ejército quiere que se le deje tranquilo y se le proporcionen los recursos suficientes para cumplir con sus deberes constitucionales. Añadió: "Cooperaremos totalmente con el Gobierno socialista". ( ... )

Para asegurar esta cooperación y para modernizarse, el Ejército perderá a 9 de sus 19 tenientes generales, mientras que el número de coroneles descenderá de 960 a 600. El Ejército se verá reducido desde 230.000 hombres a 150.000.( ... ) Las promociones se basarán en la capacidad, afirma el Gobierno, no en la antigüedad o en la simpatía política.

Otra precaución es el retirar tropas de las grandes ciudades. Con Franco, el Ejército rodeaba Madrid, para dominar la ciudad, así como para protegerla. ( ... ) Los militares deben aprender a recibir órdenes de civiles. En 1978, el Gobierno tuvo el primer ministro civil de Defensa desde 1936. En 1982, los socialistas nombraron a un joven barbudo, socialista, aficionado al piano, llamado Narcís Serra. ( ... )

No ha sido una transición fácil. En el Ejército, los oficiales se inclinan por el punto de vista tradicional: son los guardianes del honor de España. Se sienten poco apreciados y separados del resto de la sociedad. "La fotografía de Franco está colgada en todos los cuarteles", dice un general. "Pero todo esto irá desapareciendo poco a poco".

27 de marzo

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