El Ejecutivo estudia la reduccion de algunos impuestos para forzar el crecimiento del consumo previsto en 1985

El crecimiento de la economía española para 1985, previsto en torno al 3% según los objetivos del Gobierno, descansa este año sobre un crecimiento del consumo del 1%, que haga posible un relanzamiento mayor de la inversión. En principio, este aumento del consumo vendría de la mano de un crecimiento de los salarios por encima de la inflación. Pero los datos conocidos de los dos primeros meses del año de subí da de precios -el 2,6%- siembra una cierta dosis de incerti dumbre sobre la consecución de estos objetivos. Mariano Rubio gobernador del Banco de España, señaló ayer que si los indica dores...

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El crecimiento de la economía española para 1985, previsto en torno al 3% según los objetivos del Gobierno, descansa este año sobre un crecimiento del consumo del 1%, que haga posible un relanzamiento mayor de la inversión. En principio, este aumento del consumo vendría de la mano de un crecimiento de los salarios por encima de la inflación. Pero los datos conocidos de los dos primeros meses del año de subí da de precios -el 2,6%- siembra una cierta dosis de incerti dumbre sobre la consecución de estos objetivos. Mariano Rubio gobernador del Banco de España, señaló ayer que si los indica dores de consumo no muestran una clara tendencia al alza, que permitan preveer la consecución del objetivo fijado, el Gobierno podría utilizar medidas de reducción de la fiscalidad para lograrlo.Para el gobernador del Banco de España alcanzar los objetivos de crecimiento previstos depende en este año de un fuerte aumento de la demanda interna, consumo e inversión, dado que la demanda externa apenas contribuirá al incremento del producto interior bruto, porque se considera que las exportaciones no crecerán a la misma tasa que el año pasado, mientras que las importaciones aumentarán en términos reales.

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En opinión de Mariano Rubio, para que esto sea posible es imprescindible que se relance el consumo previamente para que éste, a su vez, empuje a la inversión una vez que esté consolidado. El incremento del consumo estaba basado en que los salarios reales crecieran en términos positivos por primera vez en los últimos tres años, para devolver poder adquisitivo a los empleados. El Acuerdo Económico y Social (AES) fijaba una banda de incremento salarial comprendida entre el 5,5% y el 7,5%, con unos supuestos de inflación del 7%. Ello podría suponer un ligero aumento de los salarios reales, sobre todo si la reducción del alza de precios era más fuerte en los primeros meses del año.

Bastantes interrogantes

La inflación conocida de los dos primeros meses del año plantea, en opinión de Mariano Rubio, bastantes interrogantes sobre la posibilidad de que se cumplan los objetivos del Gobierno. Por ello, y teniendo en cuenta la necesidad de relanzar el crecimiento interno para mantener unas tasas aceptables de aumento del producto interior bruto, en el Ministerio de Economía y Hacienda se estudia la posibilidad de reducir algunos impuestos que inciden claramente sobre el consumo, como puede ser la tabla de retenciones del impuesto sobre la renta o el impuesto sobre el tráfico de empresas, para lograr por esta vía lo que pueda perderse por la del incremento de precios al consumo.

La escasa utilización de la capacidad productiva de la industria en la actualidad, por la profundidad de la crisis económica, no permite pensar en un relanzamiento de la inversión productiva, y por lo tanto de creación de empleo, a menos que no aumente dicha utilización antes. El incremento del consumo privado puede forzar el aumento de la producción como paso previo.

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