Emilio Botín, más optimista que el Gobierno sobre el relanzamiento de la inversion privada

"Estoy convencido de que los empresarios van a pedir a las instituciones financieras créditos; por encima del 8% de aumento previsto por el Gobierno", declaró Emilio Botín, hijo, consejero delegado del Banco de Santander, tras la celebración de la junta general de accionistas de la entidad en la que se dieron a conocer los resultados obtenidos en el pasado ejercicio. Los beneficios netos del Banco de Santander en 1984 ascendieron a 11.357 millones de pesetas, lo que representa un incremento del 12,55% sobre los obtenidos en el ejercicio del año anterior.

El presidente de la entidad, Emi...

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"Estoy convencido de que los empresarios van a pedir a las instituciones financieras créditos; por encima del 8% de aumento previsto por el Gobierno", declaró Emilio Botín, hijo, consejero delegado del Banco de Santander, tras la celebración de la junta general de accionistas de la entidad en la que se dieron a conocer los resultados obtenidos en el pasado ejercicio. Los beneficios netos del Banco de Santander en 1984 ascendieron a 11.357 millones de pesetas, lo que representa un incremento del 12,55% sobre los obtenidos en el ejercicio del año anterior.

El presidente de la entidad, Emilio Botín, señaló en su intervención que las dotaciones para amortizaciones y créditos morosos de operaciones en España ascendieron en el pasado ejercicio a casi 20.000 millones de pesetas, que coloca al Banco de Santander con un índice de cobertura de estos fallidos y morosos del 166% por encima de las exigencias del Banco de España a través de sus circulares.El consejero delegado del banco declaró que en 1984 el índice de morosidad había empezado a decrecer y que a lo largo de 1985 esta situación mejorará como consecuencia de la mejor situación financiera de las empresas españolas. La deuda que el Banco de Santander tiene contraída con países en dificultades ascendía, a finales del pasado ejercicio, a 226 millones de dólares, una vez deducidas las provisiones realizadas para hacer frente a las operaciones financieras de mayor riesgo,

Tanto el presidente de la entidad como el consejero delegado recalcaron en sus intervenciones que "el Banco de Santander no va a permitir que 1985 sea un mal ejercicio para esta entidad" y que siempre existen fórmulas suficientes para hacer frente a un año de ajuste en el sector.

Aumento del nominal

Emilio Botín, hijo, fue más explícito al señalar su confianza en una recuperación del crédito al sector privado, incluso por encima de lo previsto por el Gobierno para este año, estimando que existe la mayor parte de las condiciones exigibles para que los empresarios inviertan y se rompa la tendencia al descenso de la inversión dentro del producto interior bruto.

Cuestiones importantes, aunque menores, como una menor penalización al ahorro y otras medidas fiscales podrían, a su juicio, favorecer el despegue de la inversión privada. Pero, en cualquier caso, afirmó, "los empresarios que se decidan a invertir ahora acertarán con toda probabilidad porque existen oportunidades suficientes".

El presidente del Banco de Santander anunció en la junta general que el dividendo por acción de 400 pesetas que recibirán los accionistas con cargo a 1984 será de 66 pesetas, con un incremento del 4,76%, sobre el año anterior. Al tiempo anunció la autorización del Banco de España para ampliar el valor nominal de las acciones en un 10%, liberadas totalmente para el accionista y con cargo a. reservas.

Dentro de las opciones posibles a los accionistas del Banco de Santander, Emilio Botín hizo una oferta pública de adquisición de acciones del Banco de Santander-Panamá, con una valoración de éstas de 4.175 pesetas por acci . Íón -cuando los accionistas del Santander las adquirieron a 600 pesetas- y al cambio de 10 acciones del Santander por cada tres acciones del Santander-Panamá. Esta operación permitirá eliminar la autocartera de la entidad, el 3,88%, y hacerse con el control total del banco panameño, así como la del Banco de Argentina y Costa Rica.

Entre los grandes números, Emilio Botín, hijo, destacó el crecimiento del pasivo por encima del 16%, lo que supuso rebasar el billón de pesetas.

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