Un escándalo de evasión de divisas sacude a la alta sociedad española

El juez de Delitos Monetarios, Luis Lerga, decretó ayer el ingreso en prisión del abogado y catedrático de Derecho Administrativo Eduardo García de Enterría y de su esposa Amparo Velázquez, debido a su presunta participación en un delito de evasión de capitales, en el que están implicadas personalidades de la vida pública española. El juez fijó sendas fianzas de 25 millones a García de Enterría y a su esposa, que fueron pagadas para evitar el ingreso en prisión. La detención inicial del diplomático Francisco Javier Palazón Español ha conducido a la desarticulación de una red de evasores de cap...

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El juez de Delitos Monetarios, Luis Lerga, decretó ayer el ingreso en prisión del abogado y catedrático de Derecho Administrativo Eduardo García de Enterría y de su esposa Amparo Velázquez, debido a su presunta participación en un delito de evasión de capitales, en el que están implicadas personalidades de la vida pública española. El juez fijó sendas fianzas de 25 millones a García de Enterría y a su esposa, que fueron pagadas para evitar el ingreso en prisión. La detención inicial del diplomático Francisco Javier Palazón Español ha conducido a la desarticulación de una red de evasores de capitales y al arresto, por la Brigada de Delitos Monetarios, de otros implicados. Las cantidades evadidas han sido consideradas muy importantes por fuentes jurídicas, barajándose cifras de algunos miles de millones.

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En el caso están implicadas alrededor de 20 personas, algunas de ellas conocidas personalidades de la alta sociedad y de la aristocracia españolas, como la princesa María Teresa, Tessa, de Baviera, y Juan Antonio Gamazo y Arnús, conde de Gamazo.La evasión del dinero se realizaba, al parecer, a través de un diplomático español en excedencia que fue cónsul general de España en Ginebra, Francisco Javier Palazón, de 55 años, y de un segundo implicado, Carlos Varela Dopazo.

Francisco Palazón fue detenido recientemente en el aeropuerto de Barajas cuando, al parecer, se disponía a viajar a Ginebra, donde tiene su domicilio habitual. La Brigada de Delitos Monetarios albergaba desde hace más de dos años sospechas acerca de su persona. Durante su etapa de cónsul general en Ginebra, entre el 11 de diciembre de 1975 y mayo de 1981, estaba encargado de la llamada cuenta del cuerpo diplomático, la cual registró tales ingresos que despertó las sospechas de las autoridades.

Palazón fue sometido a una discreta vigilancia, hasta ser finalmente detenido. Su confesión determinó que la princesa Tessa de Baviera fuera llamada a declarar al Banco de España. Los miembros de la Brigada de Delitos Monetarios, la cual depende del banco emisor, le expusieron las acusaciones que existían contra ella, y ante ello, explicó todo lo que conocía del caso.

Eduardo García de Enterría y su esposa prestaron ayer declaración en el Juzgado Central de Instrucción número 3 de la Audiencia Nacional en relación con la supuesta evasión de 200 millones de pesetas que facilitaron a su hija Ana, que tiene domicilio en Ginebra, está casada con un periodista y posee la nacionalidad suiza desde hace unos dos años. García de Enterría negó toda participación en cualquier hecho delictivo. Su esposa manifestó que cuando se casó su hija sólo le habían dado 10 millones de pesetas y que la joven quería adquirir una casa típica suiza, pero que no tenía dinero suficiente, por lo que ella le hizo llegar el dinero a través de Palazón.

En relación con estos hechos, Eduardo García de Enterría manifestó ayer a EL PAIS: "Estoy muy sorprendido por la publicidad producida en tomo a mi persona. Creo que se trata de un equívoco, que opino podrá aclararse en breve plazo". "En mi condición de hombre de derecho", añadió, "expreso mi plena confianza en la actuación de los tribunales de justicia".

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La princesa Tessa de BavieraCONTIFOTO

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