La URSS presenta en Estocolmo un borrador de tratado de renuncia al uso de la fuerza

Comenzó ayer en Estocolmo en su segundo año de funcionamiento y quinta ronda de conversaciones, la Conferencia sobre Creación de Medidas de Seguridad y Confianza, más conocida como Conferencia de Desarme en Europa (CDE), en un clima menos tenso y más optimista del que existía hace un año, cuando se inauguró. El hecho más relevante fue la intervención del jefe de la delegación soviética Oleg Grinevski, en la sesión plenaria, en la que presentó un borrador de tratado sobre renuncia recíproca a la utilización de la fuerza.El texto presentado por la Unión Soviética contiene 12 puntos, que se a...

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Comenzó ayer en Estocolmo en su segundo año de funcionamiento y quinta ronda de conversaciones, la Conferencia sobre Creación de Medidas de Seguridad y Confianza, más conocida como Conferencia de Desarme en Europa (CDE), en un clima menos tenso y más optimista del que existía hace un año, cuando se inauguró. El hecho más relevante fue la intervención del jefe de la delegación soviética Oleg Grinevski, en la sesión plenaria, en la que presentó un borrador de tratado sobre renuncia recíproca a la utilización de la fuerza.El texto presentado por la Unión Soviética contiene 12 puntos, que se articulan en torno al compromiso de que los países renuncian a ser los primeros en la utilización del recurso a la fuerza, bien sea mediante utilización de armas nucleares o convencionales.

El proyecto de la Unión Soviética propone también a los participantes en la Conferencia de Estocolmo que se inicien "conversaciones inmediatas" en caso de peligro de guerra y pide que los países presentes en la CDE se esfuercen en impedir la militarización del espacio.

En una primera e inmediata reacción, los delegados de la República Federal de Alemania (RFA), Reino Unido y Canadá se refirieron a la propuesta soviética para señalar que la experiencia histórica demuestra que la existencia de pactos de no agresión no impide el incumplimiento de tales acuerdos, que por otra parte están claramente establecidos en la Carta de las Naciones Unidas.

La línea desarrollada por los delegados de los países mencionados, y compartida por los de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) así como también por los Estados neutrales y no alineados, apuntó a la creación de medidas concretas de carácter militar que disminuyan los riesgos de una guerra nuclear debida a errores de cálculo o malas interpretaciones.

A pesar de lo expuesto, los delegados occidentales manifestaron su disposición a estudiar minuciosamente la propuesta soviética.

Más allá de las eventuales discrepancias manifestadas en esta primera reunión del año, delegados de diferentes países destacaron la existencia de un clima de buena disposición y todos los oradores, incluidos los soviéticos, se refirieron al hecho de que la reanudación del diálogo entre Estados Unidos y la Unión Soviética ha abierto perspectivas más alentadoras sobre las negociaciones que se desarrollan en Estocolmo.

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