Lisboa sigue sin dar explicaciones por la muerte de Juan Flores

El Gobierno de Portugal mantiene absoluto silencio sobre el incidente que costó la vida al español Juan Flores Guzmán, a pesar de la protesta formal presentada ayer por el embajador de España en Lisboa. La Policía portuguesa encargada de las investigaciones invoca el secreto del sumario para no divulgar el resultado de la autopsia realizada ayer o del examen hecho de la pequeña embarcación en la que se encontraba Juan Flores cuando fue sorprendido el sábado por una patrulla de la Guardia Fiscal portuguesa.Una fuente del Ministerio de Justicia portugués afirmó que la Policía Judicial había reci...

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El Gobierno de Portugal mantiene absoluto silencio sobre el incidente que costó la vida al español Juan Flores Guzmán, a pesar de la protesta formal presentada ayer por el embajador de España en Lisboa. La Policía portuguesa encargada de las investigaciones invoca el secreto del sumario para no divulgar el resultado de la autopsia realizada ayer o del examen hecho de la pequeña embarcación en la que se encontraba Juan Flores cuando fue sorprendido el sábado por una patrulla de la Guardia Fiscal portuguesa.Una fuente del Ministerio de Justicia portugués afirmó que la Policía Judicial había recibido instrucciones para llevar las investigaciones "hasta el completo esclarecimiento de eventuales responsabilidades con toda la rapidez exigida por este lamentable incidente".

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En la protesta del Gobierno español, que presentó ayer por la mañana el embajador en Lisboa, se pide una investigación, se exigen responsabilidades y se habla de la situación económica en la que quedan la mujer y las dos hijas del difunto.

La población local portuguesa, sin poner en duda que el español se dedicaba al contrabando, considera que el comportamiento de la Guardia Fiscal fue desproporcionado en relación a la gravedad del delito. Se critica fuertemente al comandante de esta corporación policial en Faro, que es conocido en toda la región por sus métodos autoritarios.

La suspensión del servicio de transbordadores entre los dos lados del río Guadiana fue decidida ayer por la mañana por las autoridades españolas como "medida de seguridad", dado el clima de agitación que se registraba en Ayamonte, y fue bien acogida por la población del lado portugués, que temía la llegada de manifestantes españoles.Reacciones ambiguas

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Sin embargo, una fuente anónima de las Aduanas portuguesas, citada por la agencia Noticias de Portugal, dijo que el cierre de la frontera era una medida de represalia contra la decisión portuguesa de limitar la entrada de ciertos productos españoles por la frontera del Guadiana y que la muerte del contrabandista español fue apenas un pretexto aprovechado por las autoridades españolas.

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