La crisis del Partido Nacionalista Vasco

Un político casi desconocido, de pasado radical

La imagen pública del diputado general de Guipúzcoa, José Antonio Ardanza Garro, sugiere la figura de un ejecutivo profesional, discreto en sus maneras y carente de una verdadera vocación política. Nació en la localidad vizcaina de Elorrio el 10 de junio de 1941. Estudió derecho en la universidad de Deusto y posteriormente se incorporó al grupo cooperativo de Mondragón como asesor jurídico del departamento patrimonial de Caja Laboral Popular. En los años siguientes ocupó asimismo el puesto de vicepresidente de la empresa cooperativa Lagunaro. Se integró en EGI, las juventudes del PNV, en 1961 ...

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La imagen pública del diputado general de Guipúzcoa, José Antonio Ardanza Garro, sugiere la figura de un ejecutivo profesional, discreto en sus maneras y carente de una verdadera vocación política. Nació en la localidad vizcaina de Elorrio el 10 de junio de 1941. Estudió derecho en la universidad de Deusto y posteriormente se incorporó al grupo cooperativo de Mondragón como asesor jurídico del departamento patrimonial de Caja Laboral Popular. En los años siguientes ocupó asimismo el puesto de vicepresidente de la empresa cooperativa Lagunaro. Se integró en EGI, las juventudes del PNV, en 1961 y sustituyó en la dirección de esta organización al grupo de jóvenes nacionalistas que participó en la fundación de ETA.Fuentes solventes señalan que José Antonio Ardanza abandonó cualquier relación con ETA en el momento en esa organización empezó a desarrollar acciones violentas. Hombre conservador, nacionalista radical, y de profundas convicciones cristianas, participó activamente en la creación y desarrollo del movimiento de ikastolas.

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En las elecciones municipales de 1979 fue elegido alcalde de Mondragón como candidato independiente en la lista del PNV y poco después se afilió al partido. Al año siguiente de hacerse cargo de la alcaldía, sufrió una crisis de salud provocada por los conflictos en el ayuntamiento, y tuvo que retirarse durante un breve período de la actividad municipal.

Algunas fuentes le identifican como una persona influenciable, de escasa experiencia política en aquellos años, extremadamente sensible a cualquier conflicto y de temperamento más bien apocado. Hasta su elección como alcalde, era, más allá de los círculos de Caja Laboral, una persona desconocida en Mondragón. El puesto de diputado general de Guipúzcoa, que alcanzó en 1983, ha transformado su personalidad y le ha otorgado una mayor experiencia política, según indican distintas fuentes. Su dominio del euskera es un factor importante que amplía sus posibilidades de ocupar la presidencia del Gobierno vasco.

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