Críticas al Consejo de Colegios Médicos por oponerse a la esterilización voluntaria

La declaración de la comisión central de deontología del Consejo General de Colegios Médicos contraria a la esterilización voluntaria -vasectomía o ligadura de trompas (véase EL PAIS del pasado martes, día 18)- ha levantado críticas en diversos sectores progresistas de la sociedad. La directora del Instituto de la Mujer, Carlota Bustelo, ha manifestado que "no tiene ninguna autoridad el Consejo de Colegios Médicos para moralizar sobre un hecho que está despenalizado y fomentado en los países del área occidental".

La Comisión Gestora de Centros de Planificación Familiar remitió ayer un c...

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La declaración de la comisión central de deontología del Consejo General de Colegios Médicos contraria a la esterilización voluntaria -vasectomía o ligadura de trompas (véase EL PAIS del pasado martes, día 18)- ha levantado críticas en diversos sectores progresistas de la sociedad. La directora del Instituto de la Mujer, Carlota Bustelo, ha manifestado que "no tiene ninguna autoridad el Consejo de Colegios Médicos para moralizar sobre un hecho que está despenalizado y fomentado en los países del área occidental".

La Comisión Gestora de Centros de Planificación Familiar remitió ayer un comunicado en el que, entre otras cosas, alerta de que tras esta actitud del Consejo de Colegios Médicos "se vislumbra una defensa de ciertos intereses incompatibles con un modelo sanitario de tipo público y centrado en la salud"."Como trabajadores de planificación familiar", añade el comunicado, "podemos asegurar que la demanda de este método anticonceptivo (ligaduras o vasectomía) es cada día mayor e independiente de los condicionamientos económico-sociales o religiosos de la población".

Por otro lado, señala que en 1980 existían en el mundo 100 millones de personas que se habían sometido a la esterilización voluntaria. Éste fue el método elegido en ese mismo año por el 30% de los matrimonios en Estados Unidos, y el 25% del Reino Unido en 1976. En 1982, los únicos países que mantenían penalizada la esterilización voluntaria eran Birmania, Arabia Saudí, Turquía, Somalia y España. En nuestro país, esta práctica fue despenalizada por el Parlamento en 1983, mediante ley orgánica.

El comité de ministros del Consejo de Europa, en su resolución 75/29 (en noviembre de 1975), recomendó a los Gobiernos que se diera "acceso a la esterilización como un acto voluntario".

La Comisión Gestora de Centros de Planificación Familiar indica que la objeción de conciencia permite a un médico negarse a realizar un servicio que vaya contra sus principios morales, y que es obligación de la sanidad pública ofrecer garantías de que intervenciones legales puedan llevarse a cabo en los hospitales.

Sobre esta base, la comisión sugiere que cuando un médico opte a una plaza pública sea requerido sobre sus posibles reservas morales.

"Esto no implica una forma de selección, sino que asegura este tipo de asistencia a todos aquellos que la soliciten sin discriminación de su condición económica o del lugar donde habiten. Asimismo es una forma de controlar que médicos que objetan en la red pública sanitaria no puedan realizar esterilizaciones en consultas privadas".

Seguridad Social

Sin embargo, consideran necesario que antes se incluya en la Seguridad Social la esterilización voluntaria como un método anticonceptivo más.La directora del Instituto de la Mujer, Carlota Bustelo, recuerda que en algún hospital público un grupo de facultativos se ha negado a practicar ligaduras de trompas o vasectomías como medio anticonceptivo porque los anticonceptivos no están contemplados, al menos por el momento, en la Seguridad Social. Es decir, que un médico puede, de acuerdo con la ley, negarse a intervenir quirúrgicamente a una persona que le demanda una esterilización en la Seguridad Social y efectuarla en su consulta particular.

Carlota Bustelo sostiene que al estar autorizadas ambas intervenciones médicas desde 1983, la esterilización voluntaria deja de ser punible.

"Por tanto, concluye la directora del Instituto de la Mujer, "el Consejo General de Colegios Médicos no tiene autoridad para considerar tales prácticas como una grave mutilación, porque no lo son desde el punto de vista jurídico, médico ni científico, como lo demuestra la vigencia y regularización de tales prácticas en distintos países".

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